Con la caída del mundo bipolar a través de el desplome de la Unión Soviética, se consolida el poder del capital privado como nuevo orden mundial: El neoliberalismo. A partir del mismo, se puede definir el proceso histórico de estos últimos 20 años, conocido como la Globalización, como el tiempo que han necesitado los grandes grupos económicos para exportar sus políticas a escala mundial, y consolidar increíbles monopolios de ámbito mundial.
El hecho de que en este tiempo se hayan perpetuado las mayores estafas financieras de las historia, solo debemos atribuirlo a una de tantas maniobras necesarias de un complejo y sofisticado plan perpetuado por estos reducidos y poderosísimos grupos.
Pero, ¿Cuales fueron los mecanismos que hicieron inevitables estas estafas monumentales? Es en éste punto donde quiero centrar este artículo.
Es necesario entender además, que no existen las llamadas “conspiraciones”. Las personas que lograron exitosamente que hayamos llegado a este penoso periodo de la historia, ya han dejado hace tiempo de ejercer el poder en la sombra, para hacerlo directamente.
Las bases concretas para entender el fraude
En 1988, el Banco de Pagos Internacionales (Bank International Settlement-BIS) en Basilea, Suiza, estableció un estándar universal (Basilea I) para la relación capital / activos. Se estipuló que el capital total debe ser al menos el 8% del total de Activos ponderados por nivel de riesgo.
No todos los activos de un banco son tratados igual. ¿Por qué? A los banqueros se les ocurrió la brillante idea de clasificar los “activos” según el concepto de “riesgos”. De ahí, los activos ponderados por nivel de riesgo. El resultado: a menor riesgo del “activo”, menores reservas de capital serán necesarias.
Ustedes se darán cuenta de inmediato que los préstamos están clasificados como “activos” a efectos de contabilidad del banco y esto no es entendido por el común de la gente que considera que “activos” comprende dinero en efectivo, ahorros, propiedades (casas, fábricas), acciones y / o Bonos del Gobierno. Esta es otra razón para la confusión cuando se hace referencia a los activos de un banco.
¿Qué es la tasa de cero riesgo?
Según los Acuerdos de Basilea, la tasa de cero riesgo, o tasa libre de riesgo, es un concepto teórico que asume que en la economía existe una alternativa de inversión que no tiene riesgo para el inversionista. Este ofrece un rendimiento seguro en una unidad monetaria y en un plazo determinado, donde no existe riesgo crediticio ni riesgo de reinversión ya que, vencido el período, se dispondrá del efectivo. En la práctica, se toma el rendimiento de los Bonos del Tesoro de Estados Unidos como la inversión libre de riesgo, ya que se considera que la probabilidad de no pago de un bono emitido por Estados Unidos es muy cercana a cero. Ya me dirán ustedes como le fue a la economía de los EEUU en estos últimos años gracias a este concepto.
“Los riesgo 0” no requieren reservas de capital, por el contra “los activos” que tienen altos riesgos obligan de esta manera a tener mayores reservas de capital. Es crucial entender esto para comprender el timo.
A todo esto, y para mayor confusión, hay que añadir algo más: dos categorías de capital: Tier 1 y Tier 2 capital
Tier1 capital: se refiere al valor en los libros del banco de íy beneficios no distribuidos. Tier1 Capital debe ser al menos el 4% del total de Activos ponderados por nivel de riesgo.
Tier2 Capital: son las reservas por pérdidas de préstamos (dinero reservado en el caso que no se recuperen los préstamos y el banco sufra una pérdida) y las deudas subordinadas.
Por lo tanto, el capital total es la suma de Tier1 y Tier2 capital según lo definido por los Acuerdos de Basilea. El Capital total debe ser al menos el 8% del total de Activos ponderados por nivel de riesgo.
Llegados a este punto, usted comprenderá que todo esto , en la práctica, da lugar a una estructura de pirámide invertida que lleva a la economía hacia un colapso definitivo, porque los bancos empiezan a prestar casi todo su capital y se vuelven insolventes.
Pero en su tiempo, es decir, a principios de los noventa, los grandes economistas, no solo aprobaron con fascinación estos acuerdos, sino que, como era de esperar, auguraron para todos nosotros un gran futuro de desarrollo económico, haciendo totalmente visible su complicidad, y los conflictos de intereses que mantienen los intelectuales con los poderosos, para fraguar todas las futuras catástrofes, además de los incansables ecos de estas mentiras en los masivos medios de comunicación.
Y como si semejante aparato criminal ya no estuviese lo suficientemente impregnado en los engranajes de la sociedad, no hay que olvidarnos de una cosa más: la valoración de las agencias de calificación (Moody’s, S & P, Fitch, etc). Las agencias de calificación también asignan riesgos a todo tipo de productos financieros, instituciones, etc. Las calificaciones van desde AAA (la mejor) a la categoría basura! Los Títulos Gubernamentales están clasificados AAA, que indica riesgo cero según el Acuerdo de Basilea I, sino vean cómo les fue en estos últimos años a los señores del FMI y el Banco Mundial con los préstamos a los supuestos “Países en vías de desarrollo”, pero este es otro tema. Como decía, estos acuerdos les dejan ya el camino totalmente libre a la estafa de los derivados, especialmente los derivados de crédito.
Ya deben suponer ustedes, que para que toda esa cantidad de préstamos hayan sido efectuados, se debe a que las agencias hayan calificado a casi todos en la categoría AAA.
BISTRO
No muchas personas saben que BISTRO es el nombre del sistema creado por los genios de JP Morgan en la década de los 1990 para eludir la relación capital / activos de Basilea I. Cuando un prestatario incumple en el pago de un préstamo, el préstamo es clasificado como un préstamo en situación de mora. Siempre hay un riesgo de que el prestatario no pague su préstamo. En terminología bancaria, esto se llama riesgo de impago.
Teniendo en cuenta que los préstamos generan una corriente de pago de intereses, así como los riesgos de incumplimiento, como banquero, ¿que haría usted, para llegar a una solución ingeniosa en la que pudiese tener el flujo de ingresos y el beneficio, pero sin el riesgo de impago? Esta fue la pregunta de billones de $ y el desafío al que se enfrentaron los banqueros codiciosos en la década de 1990.
Dicho de otra forma, el reto era obtener ingresos y beneficios sustanciales y “descargar” los riesgos.
¿Pueden los riesgos ser distribuidos y disipados eludiendo así la necesidad de cumplir con la relación capital / activos del acuerdo Basilea I? ¿Cómo?
La respuesta consistió en agrupar el riesgo de impago y comerciarlo como valores. El proyecto para la implantación de esta audaz “ingeniería financiera” fue nombrado BISTRO por los ingeniosos de JP Morgan, dirigida por Peter Hancock. Aunque el equipo de Hancock no fue el primero en dar con la idea, ha sido reconocido por la industria que fueron los primeros en hacerlo a lo grande, convirtiendo los derivados de crédito en el casino global tal y como lo conocemos hoy en día.
La esencia del plan era encontrar una entidad que estuviese dispuesta a asumir el riesgo a cambio de una prima – forma de seguro. Si no hay ningún impago, la entidad podría obtener una corriente de “primas” o cuotas por asumir el riesgo de impago. El banco (originador del préstamo) estaría protegido y sus beneficios serían la corriente de los pagos de intereses menos la prima pagada por la protección. El banco fue el comprador de protección y la entidad el vendedor de protección. Recordemos el famoso asunto entre AIG y Goldman Sachs.
El primer gran acuerdo fue entre JP Morgan y el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, que abarcó una línea de crédito de 4,8 millones de $ dada a Exxon por el banco. JP Morgan estaba en el séptimo cielo. El riesgo de impago se vendió con éxito, y el riesgo fue “dispersado”. El nombre dado a esta operación específica fue Credit Default Swap (CDS)
Los reguladores también quedaron impresionados por la lógica del sistema y en 1996, la Fed estaba lo suficientemente segura del sistema y emitió un comunicado permitiendo a los bancos reducir las reservas de capital mediante el uso de derivados de crédito.
Por favor, tenga en cuenta que los CDS eran solo uno de los varios derivados de crédito que se estaban promoviendo en la década de 1990. Se dará cuenta que a estos productos no se les llama “derivados de deuda” sino “derivados de crédito”. Esta simple terminología ha puesto un velo en los ojos de muchas personas. Un préstamo es una deuda debida por el prestatario, y también es un crédito otorgado por el prestamista.
Piense en ello. ¿Por qué no un “derivado de deuda”?¿Por qué no llamar a la conversión Debt Default Swap (DDS) en lugar de CDS? Es una estrategia de marketing de sonido y / o propaganda para promover un nombre que tiene una connotación positiva. Deuda tiene una connotación negativa, a pesar de que expresa con mayor precisión la naturaleza de la transacción. Es evidente que la terminología es una forma de sustraer al hecho de que el banquero no tiene mucha fe en el prestatario ya que requiere un seguro contra el impago por parte del prestatario del servicio de crédito, a pesar de que el prestatario habría proporcionado una garantía para asegurar el préstamo / crédito.
En el caso de la poderosa Exxon, estaba calificada AAA, sin embargo JP Morgan estaba inseguro y necesitaba protección contra el impago. ¿No deberían las agencias de calificación, dadas las circunstancias, haber rebajado la calificación de Exxon desde AAA (el riesgo cero o mínimo riesgo)?
Llamarlo un “derivado de crédito” camufla los inherentes mayores riesgos de impago del crédito. Nadie se queja porque todo el mundo conserva su respectiva calificación AAA!
Antes de proseguir, me gustaría dar una breve explicación sobre el término “derivado”. La operación principal es el crédito extendido por JP Morgan a Exxon. La necesidad de protección contra el impago dio lugar a otra transacción que se deriva de la operación principal.
Por lo tanto, cualquier transacción financiera que se derive de otra operación principal, será un derivado. De ello se deduce que los derivados de crédito, tales como CDS, son “operaciones de crédito” que se derivan de otras operaciones de crédito principales, tales como un préstamo. La deducción lógica de lo anterior es que si los préstamos ya no están en el balance del banco, no habría necesidad de mantener las provisiones necesarias según el ratio Capital / Activos y esto significa que los bancos tendrán una menor exposición a los impagos ya sea porque el riesgo ha sido transferido a un vendedor de protección y / o el “préstamo garantizado” ha sido dispuesto a inversores de todo el mundo.
Vender por separado los préstamos garantizados sería engorroso, lento y complicaría su distribución en el mercado. La progresión lógica sería la de vender los préstamos garantizados en paquetes, lo que proporcionaría un flujo mayor de los ingresos en concepto de pago de intereses. Sin embargo, hay un problema inherente a la agrupación de activos crediticios, cada tipo de préstamo tiene diferente factor de riesgo, y cada prestatario de crédito tiene diferente calificación dependiendo de su capacidad para rembolsar los préstamos. A los banqueros se les ocurrió la idea de empaquetar préstamos de bajo riesgo con algunos préstamos de alto riesgo, de forma que aunque algunos de los préstamos de alto riesgo, resulten impagados, el beneficio de los préstamos de bajo riesgo sería suficiente para cubrir el impago. La idea despegó.
En términos simples, estos banqueros fraudulentos agruparon préstamos buenos con “tóxicos”, los empaquetaron, los aseguraron y los transfirieron a inversores codiciosos, luego los hundieron cuando estaban bajos apostando en contra de ellos.
Epílogo
Y ahora, quizá usted, al igual que yo, se preguntará: ¿Para qué hicieron todo esto?, ¿En qué beneficia tener mil o dos mil millones más a esta gente que ya tiene billones?
Existe un concepto importante de la filosofía de Friedrich Nietzsche llamado “Voluntad de Poder”. La vida en Nietzsche tiene dos valores, los valores de conservación y aumento.
Hay vida, porque la vida tiende a conservarse. Conservandose va a poder aumentar. Pero la vida también sabe que si solamente se conserva va a morir. Conservarse es morir. Solo aquello que nos hace aumentar, que nos hace tener más vida, nos hace conservar lo que tenemos.
La “Voluntad de Poder” es el devenir de la vida: Hay un devenir de la vida, porque la vida es “Voluntad de Poder”.
La “Voluntad de Poder” conquista, obtiene, domina. Todo eso que tiene, lo tiene que conservar. Pero hay algo, y esta es una idea genial, algo que la “Voluntad de Poder” tiene que querer ante todo para poder realizarse: la “Voluntad de Poder” tiene que quererse a si misma. Es decir, es un impulso vital que se quiere a si mismo por encima de todas las cosas. Una vez que se quiere a si misma, advierte que todo aquello que tiene lo tiene que conservar. Y la única manera de concervar lo que conquistó, es seguir conquistando. Tiene que ir aumentando constantemente su poder, su conquista. Es un ir mas allá constante.
Si por ejemplo, EEUU decidiera no seguir conquistando, y solo conservar lo que tiene, desaparecería del mapa en menos de una hora. Es decir, para conservar lo que tiene el imperio Bélico Comunicacional norteamericano, tiene que seguir creciendo.
La dinamica de la “Voluntad de Poder” es no detenerse. NUNCA.
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