Alice Audouin: Usted se compromete con una economía positiva. ¿De qué se trata exactamente?

Jacques Attali. La economía positiva es el conjunto de actividades cuyo criterio de decisión es el interés de las generaciones futuras. Reconcilia la democracia, el mercado y el largo plazo, es decir, el intercambio entre generaciones, el acceso y la empatía entre los protagonistas. El emprendimiento social, el microcrédito, la economía inclusiva, las empresas que integran el largo plazo como Patagonia, son los precursores de la economía positiva.

A.A. ¿Cuál es el papel de la economía colaborativa en la economía positiva?

J.A. Una economía colaborativa es una economía altruista, en el sentido de la colaboración dentro de una misma generación. La economía positiva implica una economía de colaboración con las generaciones siguientes. Se trata entonces de una parte, pero no de un todo.

A.A. ¿La economía positiva tiene como propósito el cambio en la economía o más bien en la sociedad?

J.A. De la sociedad, desde luego. Podríamos hablar de sociedad positiva, sería probablemente más correcto.

A.A. ¿Por qué hablar de economía positiva y no de desarrollo sostenible, cuándo su definición todavía está tan cerca?

J.A. La palabra sostenible no me cuadra, porque no basta. ¿Por qué quisiera uno sostener algo que es insoportable? Se trata de mejorar más que de perdurar. El desarrollo sostenible, tal como se entiende hoy en día, es principalmente un desarrollo ecológicamente sostenible, lo que se limita demasiado.

A.A. ¿Cuál es su plan de ataque para implementar este proyecto de sociedad?

J.A. La economía positiva se basa en varios elementos. Por un lado, un grupo de trabajo internacional que presido, y que reúne a científicos, políticos, economistas, activistas y empresarios. Se presentó un informe al Presidente de la República con 45 propuestas concretas, y ahora es un libro. Por otro lado, un evento internacional, el Foro LH que se celebró por segundo año en septiembre en Le Havre. Queremos y debemos ir más allá. El poder político nos da su bendición para avanzar. Nuestro grupo de trabajo se reunirá con más frecuencia. Vamos a agilizar nuestros intercambios y nuestras propuestas, así como nuestra comunicación.

A.A. En este informe que se entregó al Presidente de la República, abogan por una acción por el Estado, la reglamentación y la fiscalidad. ¿Es necesario para cambiar la empresa?

J.A. Sí, porque sin normativa, las acciones del sector privado no bastarán. Para que esta obligación funcione, la reglamentación ha de ser internacional. Si no es así, no sucederá nada. Esto supone por ende un gobierno a nivel mundial.

A.A. ¿Cuándo existirá este gobierno a nivel mundial?

J.A. Dentro de 1000 años. Cambiar la civilización lleva necesariamente su tiempo, ¿verdad?

A.A. ¿Permite la economía positiva premunirse de manera efectiva contra un futuro nefasto?

J.A. Sí, por supuesto, el futuro al igual que el presente. El hecho de que la economía no sea positiva explica en gran parte la crisis actual. La economía es demasiado precaria, toma decisiones en base a criterios de corto plazo y obedece a la tiranía del momento y por lo tanto ocasiona la precariedad de los contratos de trabajo o el dominio de la economía financiera, en medio de la crisis actual. El cambio hacia una economía positiva, sustituyendo la prioridad de las próximas generaciones a la tiranía del momento, contribuye a resolver el problema actual.

A.A. ¿Podemos pasar de una lógica individualista a un despertar altruista?

J.A. Sí, se está produciendo, pero con una curva de velocidad que todavía no está del todo ganada, creo que se puede hacer, pero implica de todas formas una revuelta, que es muy poco probable. Mientras tanto, educar al altruismo es la mejor manera de acelerar este cambio. Gracias a la neurociencia, también conocemos la eficacia de otros métodos, algunos muy antiguos, como la práctica de la meditación orientada al altruismo que enseña Matthieu Ricard, un miembro del grupo de trabajo. Estamos en los albores de recursos nuevos e inmensos para implementar el altruismo como valor central en nuestra sociedad. Todo nos invita a pensar que el altruismo es la única forma posible cuando todas las demás nos llevan al caos, es decir a la extinción de las libertades individuales.

A.A. ¿Puede ser el sector de la comunicación un aliado del altruismo?

J.A. Un aliado, no lo sé, pero un promotor, sin duda. Este sector es caníbal por naturaleza, debe comer para crear las condiciones de su propia supervivencia, debe intentar tragar los valores que son contrarios para fortalecerse. Es una especie de desviador, utiliza los valores más subversivos para crear artículos de consumo, les canaliza hacia el consumo material, el mundo mercantil. Así pues, tendremos publicidades altruistas como tenemos publicidades verdes. Muchas empresas ya utilizan la Responsabilidad Social (RSE) como sustituto de la publicidad, cuesta mucho menos organizar un evento de RSE, agregarse un Premio Nobel o un especialista del verde para hacer un evento que financiar una campaña publicitaria y es igual de rentable.

A.A. En sus libros, usted ataca a la publicidad como impulso inicial de una huida hacia adelante de la sociedad, una carrera a lo nuevo que considera altamente destructiva.

J.A. La tiranía de lo nuevo funciona tanto como veneno que como cura, el uno siguiendo al otro en una lógica perfecta, que se va acelerando. La adquisición crea una decepción que se llena de inmediato por el deseo de una nueva adquisición. En otras palabras, el renuevo de los deseos anestesia las frustraciones. Lo mismo ocurre con los medios de comunicación, los espectadores de medios de comunicación también están buscando constantemente algo nuevo, lo cual les prometen los periodistas. La tiranía de lo nuevo que impone la publicidad al consumidor se introduce en el lector, y el elector, lo cual es aún más grave. El resultado lleva a los ciudadanos a destruir los ídolos del pasado para consumir unos nuevos.

A.A. Para explicar el altruismo, usted cita la Biblia y su principio de amar a su prójimo como a sí mismo. Freud protestó contra esta cita y propuso a cambio “ama a tu prójimo como él te ama a ti. “

Hablando de altruismo, el prójimo representa la generación futura, así que ella no puede amarme en el momento en el que la amo, por lo tanto la propuesta de Freud no puede funcionar. El altruismo es dar antes de recibir, dar sabiendo que seguramente no estaremos ahí cuando se reciba. No creo en el psicoanálisis, porque no se puede aplicar a gran escala, es una práctica individual. Tenemos que resolver un problema de la comunidad, la educación es para mí la pasarela adecuada para llegar hasta una sociedad altruista.

Entrevista de Alice Audouin, publicada el 4 de diciembre de 2013

El artículo original en el blog de Alice Audouin: http://www.aliceaudouin.com/2013/12/interview-de-jacques-attali-pour-une-modernite-de-laltruisme/

Autor: Alice Audouin

Traducción: Corine Spallier

Imagen: Jacques Attali, © Alain Robert / SIPA

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