Vivo olvidado
de mi cuerpo.
Cuando miro la aurora,
confusamente lo recuerdo bello,
cual si estuviera
fuera de mí y muy lejos.

Más cuando tú me coges
me lo siento
todo,
duro, suave, dibujado, lleno,
y gozo de él en ti y en mí,
contigo, descubierto, en su secreto.