Eran tiempos de color malva y el silencio en medio de la clara noche, callaba. Un silencio roto por los claros rayos de un principiante alba.
Su suave energía desprendida, aportaba la estabilidad, la sabiduría, la creatividad, la independencia y la dignidad, era… un espectro lumínico digno de sentir y admirar; todo lo que ella alcanzaba y lo que a su paso tocaba, lo hacía vibrar.
Silenciosa y bella, cada día la inspiración dormida se vestía de la magia y el misterio.
Fueron tiempos de color malva los que sin querer la envolvieron, fueron nostálgicos y románticos tiempos como relámpagos vividos.
Hoy la he visto de nuevo, los tiempos habían cambiado y sus colores con ellos, pasando del malva a un dorado bruñido.
Hoy por fin, la Inspiración dormida ha despertado desvelando sus secretos.
Atrás dejo el viejo lecho de seca paja, y sus prendas… sus prendas ya no son de misterio y magia sino de corrientes de vientos y aires frescos.
Hola, María Del Carmen:
Hoy no sé lo que decir, pero comenzaré diciendo, sin ánimo de pelotilleo, que cada artículo que escribes, supera al anterior…, malo sería si fuese al contrario, creo que tienes un gran porvenir como escritora ya consolidada; el gran sacrificio que heces dedicándole muchísimo tiempo delante de un ordenador al noble oficio de la escritura, se verá, si no se ha visto ya, recompensado.
Un caluroso saludo.
Muchísimas gracias Salvador, tus palabras son muy alentadoras y gratificantes y eso me impulsa a seguir escribiendo. Un fuerte abrazo y como siempre gracias mil!