Una cuestión generalizada en este país es que las niñas son percibidas como una carga debido al mantenimiento en la costumbre de la dote, son sometidas a matrimonios concertados por los progenitores a edades tempranas, tienen menos acceso a educación (pues se da primacía a los niños al considerar que ellas serán mantenidas por el varón) e incluso ni siquiera tienen derecho a vivir (pues es frecuente interrumpir el embarazo al conocer el sexo femenino) o son víctimas de infanticidio en sus primeros días.

Analfabetismo, ausencia de trabajo regulado o falta de medios económicos son una muestra de las pocas opciones que tiene la mujer y explican la situación de vulnerabilidad y dependencia del varón que la espera en su edad adulta.

Rompiendo las barreras que implica nacer niña en la India

Todo lo anterior podría hacernos caer en el pesimismo. Pero la otra opción, mucho más valiente, es sumarnos a la batalla que ha iniciado Moon Sharma y empezar a transformar la vida de las niñas indias para que sean mujeres dueñas de su destino. ¡Conoce su historia!

Moon Sharma, presidenta de la cooperativa de Comercio Justo Tara Projects en Delhi, India. Es una Avanzadora. © Moon Sharma

La abuela de Moon Sharma lloró cuando ella nació. Quería un nieto, un varón. Un deseo habitual en la India.

La pequeña Moon Sharma fue creciendo siendo consciente de la desigualdad que perpetuaba su sociedad. Primero percibió la presión social hacia la madre debido a que había dado a luz a dos niñas y, luego, observó la felicidad familiar con la llegada del hermano menor.

También advertía la discriminación que realizaban los progenitores, apartando a las niñas del colegio, arrinconándolas a desarrollar labores domésticas u obligándolas a contraer matrimonio siendo aún muy niñas.

En su caso, sus progenitores también querían que ella se casara a la edad de 20 años. Sin embargo, ella no quiso tener un esposo. Quería ser independiente y demostrar que una mujer no es menos que un hombre. Y es que Moon Sharma se mostró desde joven en contra de la discriminación y exclusión, y luchó para que los colectivos desfavorecidos pudieran acceder a educación.

Ella sí pudo ir al colegio y seguir formándose en la universidad, algo poco habitual en la India. Aunque padeció discriminación por ser mujer, no se dio por vencida y se preocupó por cuestiones políticas y sociales, se unió al sindicato, se implicó en actividades con las que viajó por Europa y fue dándose cuenta de la desigualdad mundial.

Su padre, maestro humilde, ayudaba a los colectivos más pobres de los suburbios en su tiempo libre, y ella y su hermana iban con él y enseñaban a las mujeres, niños y niñas, pues eran conscientes de la importancia de la educación.

La cooperativa de Comercio Justo Tara Projects, de la que actualmente Moon Sharma es presidenta, es fruto de este trabajo de su padre. Fue creada por él en Nueva Delhi y se dedica a la elaboración de productos artesanales con cuyos ingresos se desarrollan programas enfocados a mitigar las desigualdades de la India (formación para mujeres para acceder a un trabajo digno, concienciación para evitar el trabajo de menores, sensibilización contra la violencia de género o colegios) y contribuir, así, a que colectivos desfavorecidos puedan superar su situación de marginación o pobreza.

Moon Sharma pudo superar los obstáculos que implica nacer niña en la India y ahora trabaja para promover el acceso a educación y acabar con la esclavitud de menores.

¡Pero aún queda mucho por hacer! Y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de igualdad de género y educación de calidad son de suma importancia para garantizar el empoderamiento de la mujer, y permitir que las niñas y mujeres del mundo entero disfruten del ejercicio de sus derechos y libertades.

Hay que ponerle freno a la discriminación y violencia hacia la mujer, y conseguir una educación inclusiva y equitativa que evite que la analfabetización y ausencia de escolarización sigan siendo problemáticas vinculadas, en mayor medida, al colectivo femenino.

Es vital que nos comprometamos en lograr una igualdad real en derechos y oportunidades para el hombre y la mujer, pues debemos ser conscientes que la igualdad de género beneficia a toda la sociedad. ¡Con esa idea tenemos la llave de la puerta a la igualdad!

Nuestro mundo sigue siendo desigual e injusto. Aún se vulneran derechos humanos fundamentales. Es por ello que te invitamos a que conozcas más sobre ellos con la guía gratuita ¿Conoces los Derechos Humanos? de Oxfam Intermón y averigües todo lo que puedes hacer para defenderlos. Estas situaciones nos afectan a todas… ¡y a todos!