Nostalgias del mano a mano de un whisky, bajo tu parra,

de risas y  muchas verdades, con ojos claros me hablabas.

Preguntas a quemarropa, respuestas analizadas

amores inigualables, miradas perdidas,  lejanas…

 esas que se quedaron, enredadas en las ramas.

 

Sueños en cada llamada.

Cuchillos que se afilaban destellando en una piedra

que acaricio cuando duele tu ausencia, que llega calma.

Comidas que fueron mías y alimentaban mi panza

secretos y confesiones de momentos de añoranza.

Cultura que se hizo sangre y me recorre las venas

la Música, en ese patio ,donde se  mitigaban las penas.

 

Dejaste una huella indeleble surcando por mis mejillas

llanto afuera que sostiene vacíos de amor y desdichas.

Vuelves en cada suspiro, vuelves en cada guitarra

te haces presente en mi pecho y en mis desvelos del alma.

Dolores que van acallando, y resurge la esperanza

de saberte muy  presente, en cada cielo y en mi alba.

 

Volvería a dar mil veces lo poco que pude darte

ya no tengo fortalezas que me sostengan como antes.

Camino sin mucha prisa

sabiendo que he de encontrarte

en cada recuerdo que tengo y en cada vino que se abre.

 

Las imágenes me cuentan como un hombre se hace grande

trasmitiéndose en familia, sus experiencias, su viaje.

La vida nos arrebata  en un minuto, un instante

solo las flores perduran, en mi corazón que late.

 

Hoy yo siento tu mirada.

Hoy, se te huele en el aire.

Hoy necesito tu abrazo,

apretado

para no desmoronarme.

 

Derrámame tu alegría, sonríeme desde dentro

explota en el pecho mío, nunca serás un recuerdo.

Conviértete en mi sonrisa, fortaléceme el amor

que nunca crea que te fuiste,

que sepa que estoy con vos.