En la década transcurrida desde que las constrictores gigantes comenzaron a aparecer en una cantidad significativa, varios mamíferos que anteriormente se encontraban entre los más comunes en el Parque Nacional Everglades han disminuido drásticamente, según un estudio publicado el lunes en línea en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias.
El estudio, basado en investigaciones nocturnas de campo llevadas a cabo durante más de 10 años, encontró que tres animales habían desaparecido prácticamente. Los avistamientos de zarigüeyas disminuyeron 98.9 por ciento.
Los mapaches —que alguna vez llegaron a ser tan abundantes que los administradores del parque advertían a los visitantes que protegieran sus alimentos de los grupos itinerantes de esos astutos ladrones— se redujeron en 99.3 por ciento.
Los conejos de los pantanos, aquellos conejitos marrones que solían verse mientras comían hierba a lo largo de las carreteras en el pasado anterior a las pitones, no aparecieron en absoluto. Las observaciones de linces, zorros y ciervos también cayeron estrepitosamente.
“Comenzamos este estudio diciendo, parece que no se ven muchos mamíferos”, dijo Michael Dorcas, profesor de biología de Davidson College, en Carolina del Norte, y autor principal del estudio. “Cuando realmente hicimos los cálculos, nos quedamos asombrados por la magnitud de los descensos”.
El estudio sugiere un colapso casi total de las poblaciones de mamíferos en el parque, y apunta hacia la serpiente pitón como principal sospechoso.
Frank Mazzotti, profesor de ecología de la fauna silvestre en la Universidad de la Florida, comparó el estudio con una investigación de un gran jurado: un importante hallazgo inicial que muestra que el número de mamíferos disminuía al mismo tiempo que la población de pitones del parque estaba en auge, aumentando de dos capturas en el 2000 a 322 en el 2010.
“Hemos examinado todas las evidencias y son suficientes para acusar a las pitones, pero aún no hemos ido a juicio”, dijo Mazzotti, uno de los 11 investigadores de la universidad y el gobierno federal, y coautor del estudio evaluado por sus pares.
Advirtió que se necesita de más investigación para refinar y confirmar el impacto de las serpientes. Otros factores, tales como cambios en los niveles de agua en los Everglades, podrían haber contribuido también, potencialmente, a la disminución de los mamíferos, dijo.
Sin embargo, el estudio encuentra que el vínculo es fuerte, indicando muy poco apoyo a otras causas de la disminución de los mamíferos. No hubo enfermedades conocidas o cambios ambientales significativos, tales como la pérdida de hábitats importantes o cambios en los regímenes del suministro de agua.
“Nuestros datos son consistentes en todas las formas posibles con las pitones como la razón principal, o tal vez la única razón, ya sea directa o indirectamente”, dijo Dorcas, autor del libro Invasive Pythons in the United States (Pitones invasoras en Estados Unidos).
El gobierno del presidente Barack Obama señaló los resultados como una mayor justificación de la decisión, tomada a principios de este mes, de prohibir la importación y venta interestatal de pitones birmanas, dos tipos de serpientes pitones africanas y anacondas amarillas.
“Las pitones están haciendo estragos en uno de los ecosistemas más hermosos y apreciados por su riqueza natural en Estados Unidos”, dijo Marcia McNutt, directora del Servicio Geológico de Estados Unidos, cuyos científicos contribuyeron al estudio. “En este momento, la única esperanza dea detener la invasión de más pitones en nuevas áreas, es la acción humana rápida, decisiva y deliberada”.
El estudio se basó en 313 encuestas nocturnas de las principales carreteras del Parque Nacional Everglades, realizadas entre el 2003 y el 2011, así como en 26 encuestas de sitios a lo largo de los límites del parque y en las tierras adyacentes protegidas a nivel federal.
Los descensos se establecieron por comparación con encuestas similares realizadas en el parque en 1996, antes de que las pitones fueran capturadas con regularidad en el parque. En las encuestas, que abarcaron un total de casi 39,000 millas de carretera, los investigadores contaron los animales vivos y los que habían muerto al ser atropellados en las carreteras.
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