El primer Día Nacional de la Mujer se celebró en los Estados Unidos el 28 de febrero de 1909, cuando se convocó la huelga de los trabajadores textiles y mujeres del Partido Socialista de los Estados Unidos protestaron también contra las condiciones laborales en Nueva York en 1908. Reclamaban la igualdad salarial, que se disminuyera la jornada a diez horas y que se permitiera un tiempo para la lactancia.

En la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas realizada en Copenhague en 1910Clara Zetkin propuso y se aprobó la celebración del «Día de la Mujer Trabajadora», que se comenzó a celebrar al año siguiente: ​ la primera conmemoración se realizó el 19 de marzo de 1911 en AlemaniaAustriaDinamarca y Suiza. Desde entonces se ha extendido a otros muchos países.

En 1917, las mujeres en Rusia deciden protestar de nuevo, y luchar por «Pan y Paz» en el último domingo de febrero (cayó en un 8 de marzo en el calendario gregoriano), llevando a la adopción del voto femenino en Rusia.

En 1972, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en su resolución 3010, declaró a 1975 «Año Internacional de la Mujer» y en 1977​ invitó a los Estados a declarar, conforme a sus tradiciones históricas y costumbres nacionales, un día como Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional.

Debido a su origen y a los hechos trágicos que conmemora, esta fecha se utiliza para visualizar la desigualdad de género y para reivindicar la lucha por la igualdad efectiva de derechos para las mujeres en varios ámbitos. Se suele celebrar en casi todas las partes del mundo y es día feriado en algunos países.

Es un día que debe servir para la reivindicación de derechos en Igualdad.

Este movimiento internacional está ayudando a que la conmemoración sea un elemento unificador, fortaleciendo el apoyo a los derechos de las mujeres y su participación en los ámbitos político, social, cultural y económico.

En todo el mundo las mujeres están por debajo de los varones en los indicadores de desarrollo sostenible, ​ las mujeres conforman casi dos tercios de los analfabetos del mundo, ​ se habla de feminización de la pobreza porque la mayoría de los pobres del mundo son mujeres, tienen menos acceso a los servicios sociales básicos, más probabilidad de no tener comida, ​ la brecha salarial muestra que ganan menos dinero que los varones por el mismo trabajo y aún las que están más educadas que ellos consiguen trabajos de menor jerarquía, existen 39 naciones en las que los hijos varones tienen derechos de herencia que las hijas no, y solo el 2% de la tierra del planeta pertenecen a mujeres mientras que el 98% son de varones, aunque las mujeres son las responsables de recolectar el agua en el 80 % de las casas sin agua corriente, ​ en 30 países se continúa realizando la mutilación genital femenina y hay más de 200 millones de mujeres operadas, dos tercios de las víctimas de trata de personas son mujeres, con fines de explotación sexual, mujeres y niñas-niños son víctimas; en muchos casos las mujeres son quienes comen las últimas en la familia, ​ muchas aún no pueden elegir esposo y cada 2 segundos una niña es forzada a matrimonio infantil en el planeta, ​en muchos países todavía existen códigos legales que obligan a la mujer a obedecer a su esposo, ​el hecho de nacer mujer supone un grave peligro en muchos lugares del mundo debido a la denominada violencia machista. No nos olvidemos de la discapacidad, de los vientres de alquiler, de las encarceladas, de las viudas, del maltrato económico, el miedo, la dependencia y el aislamiento.

Pancartas, pañuelos, camisetas, lazos… todo se tiñe de morado, el color que representa el movimiento feminista, pero ¿por qué se utiliza este color? ¿Cuál es su historia?, el origen de este color se le atribuye a tres hechos muy diferentes. El primero es que el morado es el resultado de mezclar el rosa y el azul, colores socialmente atribuido a las mujeres y a los hombres respectivamente, unidos en uno.

En la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York, las trabajadoras se quejaban de las pésimas condiciones de trabajo, el 25 de marzo de 1911 se desató un terrible incendio en el edificio y las empleadas no pudieron huir de las llamas porque las puertas estaban cerradas, 146 personas, de las cuales 123 mujeres, murieron a causa de las quemaduras y del humo. Se dice que el humo que salía por las chimeneas de la fábrica durante el incendio parecía morado debido al color de las telas con las que estaban trabajando.

En 1908, Emmeline Pethick explicó el porqué usaba este color en sus reivindicaciones: “El violeta, color de los soberanos, simboliza la sangre real que corre por las venas de cada luchadora por el derecho al voto, simboliza su conciencia de la libertad y la dignidad.

La igualdad de género entre hombres y mujeres es una PRIORIDAD GLOBAL.