¿Que no hay alma? ¡Insensatos!

Yo la he visto: es de luz…

Se asoma a tus pupilas

Cuando me miras tú.


¿Que no hay cielo? ¡Mentira!

¿Queréis verle? Aquí está.

Muestra, niña gentil,

Ese rostro sin par,

Y que de oro lo bañe

El sol primaveral.


¿Que no hay Dios? ¡Qué blasfemia!

Yo he contemplado a Dios…

En aquel casto y puro

Primer beso de amor,

Cuando de nuestras almas

Las nupcias consagró.


¿Que no hay infierno? Sí, hay…

Cállate, corazón,

Que esto bien, por desgracia,

Lo sabemos tú y yo.

 

 

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