Aunque cada vez haya mayor número de organizaciones que luchen por su existencia (ONGs) y más personas involucradas para conseguirla y se hagan esfuerzos para implantar una cultura inclusiva y defensora de la paz para sensibilizar a los jóvenes y a todas las personas en general, las armas se seguirán disparando al igual que las bombas y los misiles de corto o largo alcance. Si no hay guerra en el continente americano, lo habrá en el asiático, africano o en la misma Europa (guerra de Ucrania).

Voy a exponer, en este artículo, mis razones bastante pesimistas de porqué es imposible la paz en nuestro planeta.

En primer lugar, parto de la base de que todo el mundo quiere la paz pero dicha paz se pretende conseguir desde dos puntos de vista contrapuestos. Para mucha gente (militares, conservadores, liberales…) solo es posible la paz preparándose para la guerra. Es decir, se busca un equilibrio de fuerzas similares entre distintos países para, de este modo, intimidar a nuestros vecinos para que no nos ataquen. Por el contrario, otras personas piensan que para conseguirla en el mundo se debería de ir hacia la reducción de la producción de armamento cuando no a su total liquidación. Estas dos corrientes opuestas de opinión sobre este tema pretenden el mismo objetivo, conseguir la paz en el mundo, y ya existen desde hace siglos y continúan hasta hoy en día atrayendo seguidores hacia una u otra corriente de opinión.

Si hacemos aunque sea un breve repaso de historia general podemos comprobar que desde finales del Paleolítico/Neolítico hace, al menos, unos 10.000 años hasta nuestros días, las guerras no han dejado de propagarse por diversas regiones de nuestro planeta. Además, las guerras han ido en aumento pues cada vez han sido más numerosas y más mortíferas (lanzamiento de bombas nucleares en Hiroshima y Nagasaki que provocaron la muerte de más de 300.000 japoneses en unos minutos).

Ya, desde hace muchos siglos, los pueblos de todo el mundo se preparaban para la guerra mediante el máximo rearme de sus ejércitos y no para el desarme de los mismos. El sabio romano Flavio Vegecio acuñó la famosa frase por todos conocida “Igitur qui desiderat pacem, praeparet bellum” (Epitoma rei militaris, Tomo III, 390 d. C) que significa: “ si quieres realmente la paz, prepárate para la guerra”. Y, efectivamente, en esas estamos según los datos que a continuación constato en cuanto a las mayores compañías multinacionales dedicadas a la producción y exportación de todo tipo de armamento por el mundo.

Así, puedo decir,  que las 100 compañías más importantes a nivel mundial vendieron en equipo militar y armamento unos 374.800 millones de dólares, en 2016, un 2% más que en 2015. De entre todas ellas la primera fue Lockheed Martín Corp (EE.UU) con una venta por valor de 40.800 millones de dólares, Boeing (EE.UU), 29.500 millones de dólares, Bae Systems (Reino Unido), 22.800 millones de dólares, Northrop Grumman Corp (EE.UU), 21.400 millones de dólares, General Dynamic Corp (EE.UU), 19.200 millones de dólares y Airbus Group (Europa, incluyendo España), 12.500 millones de dólares. Aparte de estas grandes multinacionales del sector existen miles de empresas más pequeñas repartidas por los cinco continentes. (Fuente: SIPRI)

En el caso de España las 130 empresas que se dedican a la producción de armamento han aumentado su producción y exportación de forma muy importante. Si en el año 2007 España vendió todo tipo de armamento por valor de 933 millones de euros, tan solo una década después, en 2017, cuadruplicó sus ventas hasta alcanzar los 4.347 millones de euros.

Certamen internacional de armamento.

Ni siquiera las multinacionales relacionadas con la producción de armas disminuyeron su producción y exportación durante los dos años de pandemia. Así, en 2020, aumentaron su volumen de exportaciones en un 1,3% respecto al año anterior. Actualmente, según los datos de que dispongo, las 100 multinacionales de este sector industrial, siguen vendiendo cada vez más armamento y cada vez más sofisticado, aumentando sus exportaciones un 10%, en 2022 respecto a 2021 (Businessinsider) lo que supone unos 422.000 millones de dólares en ventas (según datos del SIPRI) o 592.000 millones de dólares (según otras fuentes).

En el caso de España, según un artículo titulado “La industria de defensa española” de Diego Malpaceras para el Independiente Digital este negocio superó los 6.600 millones de euros, en 2021 (un 6,8 del P.I.B del sector industrial y un 7,8 ,según La Vanguardia.com) durante el gobierno socialista, siendo ministra de defensa Margarita Robles (si quieres la paz prepárate para la guerra). Además, España, séptimo país exportador de armas del mundo, y el resto de países que están dentro de la OTAN, se han comprometido a aumentar los gastos militares hasta el 2% de su P.I.B., como mínimo, antes del año 2029. El problema que se plante en concreto para España es dónde o de qué forma conseguirá los miles de millones necesarios que anualmente necesitará para modernizar nuestras fuerzas armadas. Será restando lo presupuestado para otras partidas como las de sanidad, educación o seguridad social o más bien endeudándonos, aún más, con nuestro ya crónico déficit público que ya supera los 1,2 billones de euros.

En cuanto al número de trabajadores ocupados en este sector industrial también es bastante importante, especialmente en los países más desarrollados (Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, España, Israel…). En Estados Unidos, actualmente, hay unos 375.000 trabajadores operando en la industria armamentística, siendo el Estado Federal de Dallas el que mayor número de empleados tiene en esta industria, seguida de otros países como: Francia con 165.000, Alemania, 135.000 o Gran Bretaña con 133.000 trabajadores en la industria armamentística. España cuenta actualmente con unos 10.400 trabajadores en este sector industrial.

En definitiva, la industria relacionada con la producción y exportación de armamento se puede considerar como clave y estratégica para muchos países del mundo. Es uno de los pilares estructurales desde el punto de vista económico y social de muchas sociedades desarrolladas por el gran volumen de recursos económicos que mueve (cientos de miles de millones de dólares anuales) y sociales (millones de puestos de trabajos directos e indirectos). Este sector industrial no está en decadencia sino que sigue aumentando su producción y exportación como se pudo ver incluso durante la pandemia. Por eso, como decía en un principio, mientras esto siga ocurriendo, la paz es una utopía un sueño irrealizable como podemos comprobar si nos acercamos mínimamente a la historia universal.

Seguiremos hablando y debatiendo sobre la paz cada cual en una de las dos teorías, la de armarnos para intimidar a nuestro posible enemigo que es la teoría predominante a lo largo de los tiempos y ya estamos viendo sus resultados o la corriente pacifista que sería la del desarme, teoría imposible de llevar a cabo pues cada Estado del mundo tiene en cuenta sus intereses económico-sociales y de defensa nacional.

En Portugal, el 25 de abril de 1974, en la famosa Revolución de los Claveles que trajo la libertad y la democracia a ese país, había soldados patrullando por las calles de las ciudades más importantes de Portugal con un clavel en el cañón de su fusil, dando a entender que querían un paso pacífico de la dictadura salazarista a la democracia pero que conquistarían su libertad de cualquier forma. Bonita foto.

Acaso nos hemos de conformar con gestos como éstos.