La fecha seleccionada no es al azar, es el 21 de marzo porque el número representa la triplicación del vigésimo primer cromosoma (día 21, mes 3). Con motivo de esta conmemoración, Pablo Pineda, primer diplomado europeo con Síndrome de Down y la Fundación Adecco, entidad de la que Pineda es consultor, han querido lanzar un mensaje de sensibilización y eliminación de barreras para normalizar la situación de las personas con este tipo de discapacidad. Pineda, además de universitario, ha sido actor y ganador de la Concha de Plata en el Festival de San Sebastián 2012 por su interpretación en la película “Yo, también”.
Educación integradora
Pineda ha puesto el acento en la importancia de educar desde las edades más tempranas para que la discapacidad, y concretamente el Síndrome de Down, se perciba como una característica más de la persona y no como un elemento diferenciador. “No hace ni un siglo que las personas con discapacidad éramos símbolo de vergüenza en las familias, se nos trataba de ocultar. Históricamente, la discapacidad siempre se ha asociado a lo negativo o lacrimógeno. Es cierto que se ha avanzado mucho en este sentido, pero aún perduran innumerables “tics” sociales y culturales que hacen que las personas con discapacidad no podamos llevar una vida normalizada. La solución a esto es sensibilización y más sensibilización. Me gustaría que se conciencie desde las edades más tempranas, y que la sensibilización sea un aspecto prioritario en el programa educativo de los colegios”- comenta Pineda.
“No” a la discriminación laboral
Pineda ha recordado los valores que aportan las personas con discapacidad a las empresas: “dosis extra de motivación, ilusión, esfuerzo, capacidad de sacrificio y estabilidad”, y más concretamente las personas con Síndrome de Down: “somos muy metódicos y organizados, nos comprometemos altamente con el proyecto y generamos muy buen clima laboral entre los empleados”. Pineda insiste en poner el foco en las capacidades de las personas con discapacidad, en detrimento de sus limitaciones. “Si los empresarios se fijan en lo que podemos hacer, descubrirán que somos fichajes estrella. Sólo tienen que darnos una oportunidad para descubrir que al contratarnos no nos están haciendo un favor, sino que están realizando una inversión estratégica en su política de diversidad”.
Para que la no discriminación sea una realidad en las empresas, Pablo Pineda está sensibilizando, de la mano de la Fundación Adecco, a través de su experiencia de vida y de superación. En el año 2013, Pineda se acercó a 18 empresas de toda España y compartió con más de 3.000 empleados su testimonio. Según Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco: “nuestro objetivo es que los empleados abran su mente a la discapacidad y eliminen falsas creencias y estereotipos, a través del testimonio de Pablo. Nuestra experiencia nos ha demostrado que esto se consigue con creces, los empleados siempre terminan encantados y a menudo confiesan que el discurso de Pablo cambia su escala de valores”.
“De personaje a persona”
No es extraño que a Pineda, universitario, actor y conferenciante, le hayan formulado muchas veces la pregunta: ¿qué retos te quedan por cumplir?
Pineda lo tiene claro: “Hasta ahora he sido una especie de personaje. Todo el mundo me felicita por haberme sacado la carrera de Magisterio, pero lo que nadie me dijo cuando decidí estudiarla, es que jamás la podría ejercer. Por otra parte, toda la gente de mi edad tiene familia, a mí me encantaría, pero no he encontrado a la chica adecuada. No estaría bien visto que una mujer llegue a casa y le diga a sus padres que se ha enamorado de un Síndrome de Down. Me gustaría llegar a sentirme persona trabajando de lo que he estudiado y formando mi propia familia”.
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