Los transgénicos se extienden por Bolivia
La producción de alimentos genéticamente modificados (transgénicos) se extendió en Bolivia a cuatro otros rubros en los últimos años: la caña de azúcar, el arroz, el algodón y el maíz.
La producción de alimentos genéticamente modificados (transgénicos) se extendió en Bolivia a cuatro otros rubros en los últimos años: la caña de azúcar, el arroz, el algodón y el maíz.
El salmón transgénico es más grande pero tiene menos proteína, más grasa, puede producir cáncer y alterar el ecosistema de los salmones naturales.
Las acciones han estado inspiradas por una preocupación genuina por la salud de la gente y el cuidado del ambiente, basada en información verificable obtenida a partir de estudios serios realizados por científicos capaces y sin conflicto de interés.
La multinacional Monsanto cosechó una denuncia más por sus actividades, al denunciar productores de soja paraguayos que les estafó 40 millones de dólares al cobrarle regalías de semillas cuya patente ya estaba caducada.
Un documental explica cómo Monsanto, la soja transgénica y el pesticida glifosato entraron en Argentina de la mano de las modificaciones de la legislación y corrupción.
¿Cuándo van a aprender los gobiernos que los cultivos transgénicos son incontrolables?
Hace ya más de 12 años que la soja modificada genéticamente invadió Argentina. Para algunos, la producción de esta leguminosa supone una importantísima fuente de ingresos. Para muchos otros, un daño a la salud y al medio ambiente de consecuencias catastróficas.
David está cada día más fuerte y lo demuestra cada año en la Semana de Lucha contra los Transgénicos y por la Soberanía Alimentaria.
El cultivo de algodón modificado genéticamente para reducir el daño causado por las orugas mediante la producción de su propio insecticida, estaría vinculado a la aparición de altos números de otra plaga, los pulgones o áfidos.
Un año más la ISAAA (Servicio Internacional para la Adquisición de Programas Agro-biotecnológicos, en sus siglas en inglés) una fundación creada por la industria biotecnológica lanza su informe anual en el que detalla las cifras de cultivos transgénicos a nivel mundial. Un informe que más que aportar claridad al asunto, desinforma ya que presenta una realidad parcial y distorsionada.