Esquirlas sociopáticas
En este capítulo, 3 de 50, la serie MATARIFE nos muestra cómo en la Colombia de los años 80, el flujo de dólares del narcotráfico llegó a todos los estamentos sociales creando una nueva élite violenta e inhumana.
En este capítulo, 3 de 50, la serie MATARIFE nos muestra cómo en la Colombia de los años 80, el flujo de dólares del narcotráfico llegó a todos los estamentos sociales creando una nueva élite violenta e inhumana.
En política, como en muchas cosas de la vida, hay que ser prudentes. Nunca sabemos, cundo se ocupa un cargo público, con quién nos la estamos jugando. Por eso es muy recomendable la prudencia y, sobre todo, el sentido común. Tampoco nos iría mal tener un poco de sicología y otro tanto de PNL – programación neurolingüística – para conocer personalidades, gestos e intenciones, de todos esos conseguidores y facilitadores que aparecen en el camino del poder.
¡Magnífica y oportuna reacción de prestigiosos diplomáticos guatemaltecos, para evitar la puesta en práctica del insólito anuncio, en el fondo y en la forma, del insólito presidente!
En cuanto se apagan las luces de la rebeldía, las de las patrias, las de las gentes de orden pidiendo ejecuciones y las de los destinos universales, queda lo de siempre: las miserias humanas, las cobardías, las mentiras, los ladronicios, los amiguismos, las herencias paternas y la desvergüenza. Y a pesar de todo, hay muchos que siguen confiando. La calle del Olvido es la avenida principal de nuestra sociedad.
Nuestra sociedad está condenada por tanto saqueador, tanto corrupto, tantos místicos, tantos explotadores, tanto manipulador y tanto traidor social.
Presenciamos en torno a nosotros un inmenso naufragio de la ética política. Si Hércules, para limpiar los establos del rey Augias – que acumularon durante años los excrementos de quinientos doce toros- tuvo que desviar el curso de varios ríos, nosotros, para arrastrar la suciedad sin fondo que hoy nos rodea, tendremos que cambiar nuestros modos de país de pícaros.
Bajo la luz de las candelas – la electricidad es ya muy cara -, cuentan los viejos del lugar a sus nietos que Madrid es un paso para ir al cielo, la calle Génova un paso para el infierno y que Espe, la marquesa dimitida, tenía una charca donde los guapos donceles se le convertían en ranas peludas.
Cada uno puede hacer con su dinero lo que le venga en gana, pero el dinero público se recauda del bolsillo de todos, unos más que otros y, desgraciadamente, de algunos, menos de lo que deberían pagar. Por tanto, es justo que las administraciones públicas sean muy cautas con las subvenciones que reparten y especialmente fiscalizadoras en la comprobación del destino y objetivo real de nuestras aportaciones.
Desde que Trump empezó con sus decretos en la Casa Blanca, se sigue analizando y opinando respecto a qué tipo de situación social estamos viviendo en estos momentos, que permite votar opciones populistas. Toni escribía hace unos días respecto a otra situación que también es objeto de análisis, pero más cercana, sin ir tan lejos.
Parece que en todos los lados cuecen habas…
El rey Louie o Louis es un orangután personaje principal de la versión de Disney de la famosa novela del premio Nobel de literatura, Rudyard Kipling, El libro de la selva. En la versión de la factoría Disney el rey de los orangutanes pretende que Mowgli le diga el secreto para ser un hombre. He detectado ciertas similitudes entre la prestancia y las intenciones del rey Louie y las de Luis Bárcenas.