La Corporación Club El Nogal, según el autor, fue el centro de operaciones de esta nueva élite corrupta y extremista.

Se narra cómo la ministra de defensa del gobierno Uribe, hoy vicepresidente del gobierno Duque, Marta Lucia Ramírez, tenía una habitación permanente en el club y cómo, supuestamente, se reunía allí con comandantes paramilitares como Salvatore Mancuso; quien, aún con órdenes de captura vigentes en su contra, fue visto disfrutando en forma despreocupada, de las instalaciones del club.

En 2003 las FARC hacen un atentado con coche bomba en el club El Nogal. Por este atentado el Concejo de Estado condenó al Estado colombiano como responsable por omisión, ya que los magistrados concluyeron que en dicho club se realizaron reuniones y actividades institucionales repetidamente, exponiendo la seguridad del club y sus socios.