En un pueblito hermoso y pequeño de Guatemala, había una niña muy linda que se llamaba Katy.

Un día, iba a la tienda con su uniforme del colegio a comprar las tortillas para el almuerzo. Unos niños más grandes que ella, la seguían y la empezaron a molestar diciendo cosas muy incomodas. Katy se apresuró a entrar en la tienda para pedirle ayuda al dueño porque estaba muy asustada.

Don Juan, el tendedero, salió para ver qué pasaba, los niños se estaban riendo afuera esperando a que Katy saliera, y al ver a Don Juan, se asustaron. Don Juan les preguntó que porqué estaban molestando a Katy a lo que ellos respondieron que solo era un juego.

Don Juan les explicó que habían hecho sentir mal y asustada a Katy y que el sabía que esa no era su intención, pero que deberían comportarse como buenos niños valorar a todas las personas, sin importar si eran niños o niñas, pequeños o grandes porque todos somos seres humanos que merecen consideración, respeto, solidaridad y amor.

Los niños estaban arrepentidos por las palabras que le dijeron a Katy y como muestra de ello se disculparon con Katy y le dijeron que ya no volverían a decirle ninguna de esas cosas que la incomodaron ni a ella ni a otra persona.

Katy, aceptó las disculpas muy contenta porque había ayudado a que otras personas no se sintiera igual que ella en ningún momento. Ahora, Katy está muy feliz y los niños son sus amigos

 

Categoría: No a la violencia contra las niñas

Alumno: Camila Mazariegos

Edad: 12 años

Colegio: Liceo Chapero

País: Guatemala