Como todos los años participo en el saludo navideño desde mi país, Uruguay para todos los lectores de Otro Mundo es Posible. Este año en particular, y tan particular, me cuesta encontrar las palabras. Me resisto a usar las tan comúnmente asignadas para estos días, como felicidad, paz, salud, bienestar, mejores deseos. Me resultan vanas, sin sentido. Las hemos dicho tantas veces que de tanto repetirlas, no sé si no pierden su sentido. Estoy confundida y preocupada por todo lo que nos pasa, que va más allá de mi circulo, de mi país, de mi continente, lo compartimos en el mundo entero. Hace un año, en estas fechas, era difícil de imaginar que el siguiente estaríamos seleccionando las personas con quien pasar las fiestas para no pasar del aforo permitido, haciendo comprar online para evitar las aglomeraciones, limitando los abrazos, los besos, tomando precauciones ante cada movilización que hacemos. Sin duda que serán unas fiestas navideñas y de fin de año poco comunes. Fechas que nos llevaran a reflexionar sobre lo que realmente importa en esta vida, apreciar lo que tenemos, valorar lo que no cotiza en bolsa, respetar al otro, cuidarse y cuidar al otro, ser responsable.

Este año nos desafió a ser generosos, tolerantes, respetuosos, humildes, humanos, empáticos, responsables y muchos adjetivos más. No sé si logramos aprobar con éxito varios de estos desafíos, pero lo importante es que lo intentemos, y que esta conducta adquirida a la fuerza sea parte de nuestra forma de vida futura. Que todo esto que nos pasó y nos pasa sea un aprendizaje de lo que se debe y no debe hacer.

Y en relación al saludo, solo puedo decir que espero todos puedan estar con sus seres mas queridos, en una burbuja de amor y bienestar. Y que el próximo 2021 se dediquen a vivir con calidad y con memoria de todo lo que se ha vivido en este 2020.