“Es un enorme alivio para los millones de pacientes y médicos que dependen de los medicamentos a precios asequibles producidos en India, y también lo es para proveedores de salud como Médicos Sin Fronteras”, explica el presidente de la organización médico-humanitaria internacional, el doctor Unni Karunakara. “La sentencia del Tribunal Supremo supone que hay menos posibilidades de que sean patentados los fármacos que nos resultan indispensables. Es la señal más fuerte que Novartis y otras compañías farmacéuticas podían recibir para que cesen en sus ataques contra la Ley india de Patentes”.

India comenzó a conceder patentes a medicamentos para cumplir con las normas comerciales internacionales, pero estableció en su Ley de Patentes de 2005 una serie de salvaguardas –incluyendo la cláusula conocida como Sección 3(d)- que impide que las farmacéuticas abusen del sistema de patentes. Esta Sección establece que no son patentables las modificaciones de medicamentos ya existentes, una práctica conocida como “reverdecimiento de patente” cuyo objetivo es extender los monopolios.

Novartis presentó su primera demanda contra la Ley india de Patentes en 2006, reclamando una mayor protección para sus productos; en el primer juicio, ante el Tribunal Superior de Chennai, Novartis denunció que la Ley india no cumplía con las normas establecidas por la Organización Mundial de Comercio (OMC) y que violaba la Constitución india. La farmacéutica perdió este primer caso en 2007, pero presentó una apelación ante el Supremo para forzar una interpretación diferente de la Ley de Patentes y vaciarla de toda sustancia. Este Tribunal ha rechazado hoy todas las alegaciones de Novartis.

“Los ataques de Novartis contra la Sección 3(d), uno de los elementos de protección de la salud pública incluidos en la Ley, han fracasado”, señala Leena Menghaney, responsable en India de la Campaña de Acceso a medicamentos esenciales de MSF. “Las Oficinas indias de Patentes tienen que considerar este veredicto como una señal muy clara de que la Ley de Patentes debe aplicarse de forma estricta, y que deben rechazarse las peticiones frívolas”.

Si Novartis hubiese ganado el juicio, y la ley de patentes de India se hubiese cambiado, el resultado en pérdidas de vidas humanas hubiera sido catastrófico. Gracias a la comercialización de los antiretrovirales de India contra el SIDA, se consiguió reducir el precio de esos tratamientos desde 9.000 euros a poco menos de 100 euros por paciente al año. Eso supuso que millones de personas con SIDA pudieran seguir viviendo.

La decisión del Tribunal Supremo de India ha dado la razón a esos pacientes y a quienes han firmado por ellos: que la vida está por encima de los beneficios comerciales.

 

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