Si alguien se tiene que defender, ¿es porque otro lo ataca? ¿no?
Tener que ‘defenderte’ porque otras/os ‘te atacan’ y ‘te juzgan’ desde una posición de ‘poder sobre’, ¿es esto válido en un proceso de aprendizaje? ¿Qué aporta esto al aprender, tanto de quienes ‘se defienden’ como de quienes ‘atacan’?
¿Cómo te sentís al ser juez ante una presentación que solo constituye un momento (media hora) de un proceso largo y complejo en el cual hubo muchos aprendizajes que no se visualizan en ese momento? ¿Cómo te has sentido cuando otras/os juzgan tu trabajo sin haberte acompañado durante el proceso?
Desde la visión de una educación alternativa popular, basada en una pedagogía crítica, ¿cuáles serían las alternativas posibles? ¿De qué depende? ¿Es posible compartir no solo responsabilidades sino también poder (de valorar)?
Tengo mucho más inquietudes, pero sigo con unos comentarios como insumos para el debate:
La elaboración de una tesis es una experiencia única. La culminación está en el momento de poder compartirla. Debería ser una experiencia muy agradable. No siempre es así. ¿Cierto?
Tradicionalmente, después de concluir la tesis, hay que ‘defenderla’ ante un ‘jurado’.
Desde el uso de estas palabras ‘defensa’ y ‘jurado’ ya se sugiere una forma de actuar:
- El jurado tiene que juzgar y asignar (‘poder sobre’) una ‘nota’ (cantidad) que corresponde a la persona que defiende su tesis. Queda la duda si esta nota le corresponde a la persona, a su tesis, a su presentación, solo al producto o también al proceso…
- El jurado ‘ataca’ y el/la ponente ‘defiende’.
- Este ataque implica hacer preguntas difíciles a responder y si es posible con alguna trampita,
mejor. - En ocasiones parece que más bien alguien del jurado pretende figurar, divulgando sus saberes como que fuese él o ella quien está ‘defendiendo’ su ‘autoridad’, demostrando y proyectando también públicamente su ‘poder (sobre)’. Hay miembros de jurado que hablan más de la cuenta, su función es preguntar para comprender, no exponer sus propios saberes.
También existen otras ‘tradiciones’ como:
- A nivel de postgrado, las tesis deben elaborarse de manera individual.
- Las ‘defensas’ son públicas, sin embargo en la mayoría de los casos, no hay mucha presencia aparte del jurado.
- La defensa se hace en un tiempo determinado, apoyándose en una presentación (powerpoint
o prezy). - Al jurado hay que atenderlo de manera especial, no solo con el respeto que se merecen sino también con algún aperitivo. Ellas/os deben sentirse muy cómodas/os.
- Se da mucho énfasis en el producto (más importancia al producto final que al proceso vivido).
- En ocasiones miembros del jurado leen el trabajo hasta en el momento de la ‘defensa’.
- En algunos casos hasta que se ponen puntos a la forma de vestirse de quienes ‘defienden’, tal que algunas/os estudiantes ya interiorizaron que deben comprar ropa y zapatos nuevecitos, incurriendo en gastos (¿innecesarios?)
- Cada miembro del jurado debe tener su documento impreso, generando más gastos a quienes presentan su tesis y afectando el medio ambiente gastando tanto papel (¿y para qué?); además que si hay observaciones debe imprimirse nuevamente.
¿Qué otras prácticas se vinieron a tu mente a leer esta pequeña lista?
Seguramente has pasado por experiencias similares. ¿no?
Entonces este acto tan importante, que debería ser de alegría por poder compartir un gran trabajo, se convierte más bien en un acto lleno de nervios, inquisitivo y nada o poco satisfactorio.
¿Otra evaluación es posible?
Claro que sí… A continuación unas ideas de cara al debate constructivo, orientado a la construcción de calidad en nuestro quehacer docente-educativo:
1. Cambiemos nuestro lenguaje y hablemos de una ‘comisión evaluativa’ y de ‘compartir resultados de investigación’.
2. Demostremos empatía desde el inicio. ¡Cuánto efecto puede causar una sonrisa y un saludo cordial para ayudar a que las personas que presentan su tesis se sientan más tranquilas!
3. Mantener la buena costumbre de integrar al tutor / la tutora al jurado, ya que es la persona que más pueda compartir respecto al proceso vivido, aparte del equipo que comparte su tesis.
4. Hagamos este intercambio en el contexto (institucional) donde se hizo la investigación para que participe una buena representación de las personas involucradas en el proceso de investigación.
5. Démosle más importancia al acompañamiento de tutor/a en el proceso y promovamos la coherencia entre los planteamientos en los módulos de investigación y la tutoría, permitiendo que tutoras/es participen en los mismos módulos como parte de su horario laboral.
6. Promovamos el trabajo en equipo, también en las tesis de post-grado, considerando que todo centro de investigación demanda del trabajo en equipo. Ningún/a investigador/a profesional trabaja sola/o. La experiencia del trabajo en equipo para realizar la tesis debe ser parte del aprender profesional.
7. Con el trabajo en equipo se promueve la responsabilidad compartida, sin despreciar la responsabilidad personal en función de la calidad del trabajo, como equipo.
8. Además de la responsabilidad compartida, compartamos también poder. ¿Cómo?
Acordando una cualificación (sin nota) del trabajo (proceso y producto) entre las personas más involucradas: investigadoras/es, tutor/a, comisión evaluadora… ¿y por qué no también con un aporte de personas participantes del proceso de investigación? (por supuesto pueden haber variantes).
9. No seamos ‘cuadradas/os’ en cuanto a asuntos sobre los cuales hay, en todo caso, diferentes opiniones (visiones).
Por ejemplo:
- Tamaño del documento.
- Estructura de la tesis (índice). Solo un ejemplo: No es discusión si deben haber objetivos o no, pero sí pueden haber variantes en cuanto a si van en la misma introducción o más bien como un apartado separado.
- El tipo de introducción: una introducción breve (2 páginas) con posteriores incisos separados para hablar de problema, objetivos, justificación, contexto, etc.; o más bien una introducción amplia que integra toda la visión vertical del trabajo de investigación (problemática, problema científico, contradicción científica, tema, objeto, campo de acción, preguntas clave,…).
- Los nombres de los capítulos… ¿no sería preferible títulos creativos en vez del tradicional ‘marco teórico’, ‘marco metodológico’ y ‘resultados y su discusión’?
- Fomentemos presentaciones creativas para compartir su experiencia (no solo el producto): viíeo, dramatización, dibujos, exposición fotográfica,…
10. Y muy importante: desde la comisión procuremos ejercer el ARTE de ESCUCHAR, escuchemos para comprender lo que el equipo hizo y logró. No escuchemos para ya pensar en las preguntas (trampas) que vamos a plantear. No escuchemos para constatar si hicieron lo que yo considero que deberían haber hecho. Disfrutémoslo si lo han hecho diferentes y procuremos comprender el por qué lo hicieron diferentes.
11. Recordemos también que ser jurado no es para que yo hable y las/os demás escuchen y se den cuenta cuánto sé del asunto. Es para COMPRENDER lo que se expone y comparte. Por lo mismo las preguntas más importantes del jurado inician con: ¿por qué…?
12. Si por alguna razón, como parte del jurado, considero que el trabajo no está listo para ser compartido, entonces pasemos nuestras inquietudes a la tutora / al tutor para que se les dé tiempo a mejorar el trabajo aún antes de que lo comparten.
13. Como tutor/a dar el visto bueno hasta que el documento realmente cumpla con requisitos indispensables, como es el caso de: ortografía, redacción, presentación, etc.
14. RETO: aprender de quienes comparten y que este intercambio sea una expresión de disfrute y de reconocimiento a la calidad de todo un proceso de aprendizaje, de toda una experiencia vivida, un disfrute profundo, con respeto para todas y todos.
Sin intención de ofender a nadie, sino de aportar insumos para un diálogo constructivo orientado a la transformación para bien en el ejercer de nuestras funciones docentes-educativas, suscribo con mucho respeto.
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