Sakineh Ashtiani sigue condenada a muerte en Irán por adulterio. La sentencia podría llevarse a cabo mediante lapidación o ahorcamiento.

El pasado lunes 26 de diciembre la agencia oficial de noticias iraní, ISNA, publicó unas declaraciones del jefe de la judicatura en la provincia de Azerbayán Oriental, Malek Ajdar Sharifi, en las que afirmaba que “expertos islámicos están revisando el caso de Sakineh para estudiar si la ejecución se puede llevar a cabo por medio de la horca”.

Ante estas declaraciones, Amnistía Internacional recuerda a las autoridades iraníes que Sakineh Mohammadi Ashtiani no puede ser ejecutada por ningún medio, ni en la horca, ni mediante lapidación.

La sección española de Amnistía Internacional ha reactivado una petición de firmas a través de su web www.actuaconamnistia.org. Las firmas, que se remitirán al líder supremo iraní, el Ayatollah Sayed Ali Khamenei, piden la anulación de la pena de muerte de Sakineh y el completo esclarecimiento de su actual situación legal.

Asimismo, la organización aboga porque, en el camino hacia la abolición total de la pena de muerte, se declare una suspensión de las lapidaciones. Esta suspensión debería dar paso a la prohibición. Amnistía Internacional pide también la completa despenalización de las relaciones sexuales consentidas entre adultos.

 

Información de contexto

Sakineh, de 43 años y madre de dos hijos, fue condenada en 2006 a 10 años de prisión por participar en el asesinato de su marido. Según su abogado, la sentencia condenatoria por asesinato se modificó en 2009 por la de “complicidad”. La pena se redujo a cinco años. Sakineh estaría a punto de quedar en libertad al haber cumplido casi la totalidad de la condena.

En relación a las investigaciones del asesinato de su marido, en mayo de 2006 Sakineh fue encontrada culpable de mantener una “relación ilícita” y recibió 99 azotes. A pesar de esto, en 2007 fue acusada también de “adulterio durante el matrimonio” y condenada a morir lapidada. En virtud del derecho internacional, las relaciones sexuales de mutuo acuerdo entre adultos no pueden ser objeto de castigo.

Amnistía Internacional considera a las personas encarceladas por estos actos presos de conciencia, por lo que, si Sakineh está detenida únicamente por “adulterio”, debe ser puesta en libertad de manera inmediata e incondicional.

 

amnistia.org