Hablamos de Paz, hablamos de Amor y un sentimiento se respira en el ambiente en estos días, en los que casi nos vemos obligados a “ser felices”, a mostrar lo que muchas veces nuestra alma no siente, simplemente porque es Navidad.
En estas fechas tan significativas, regresan con fuerza los recuerdos de personas que dejaron su huella para continuar un viaje a un lugar, que solo ellos conocen.
En estas fechas, añoramos y los sentimientos se vuelven más profundos intentando disfrazarlos con el marketing del “glamour”. Sin embargo, son necesarios los momentos de reflexión y silencio, de conversaciones íntimas con nuestro verdadero ser interior y regalar lo más hermoso y preciado que tenemos, una sonrisa, un abrazo, un buen gesto o una buena palabra unida a una buena acción.
Dejemos de ser como las bombillas programadas para lucir solo en este corto periodo de tiempo navideño. Dejemos de ser la obsolescencia programada humana e invirtamos en nosotros mismos, aumentando nuestro inestimable valor como seres únicos y exclusivos, regalando luz infinita a todos los que nos rodean, para así dejar de ser invisibles ante la multitud ciega
La Paz nace en nuestro interior al igual que el Amor y van siempre unidos como una pareja de eternos enamorados.
Feliz Navidad para todos, que el Amor brille en vuestros corazones, hoy, mañana y siempre.
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