Gracias al trabajo de nuestra Organización se han impartido cursos a 300 docentes de 141 escuelas y hay 270 personas formadas para trabajar en este ámbito. Además, se ha trabajado con casi 600 familias y 340 niños y niñas han recibido becas escolares y otros 234 reciben ya una pensión por discapacidad.

Ayuda en Acción llegó a estas aldeas de Orissa en 2001 y desde entonces ha trabajado para mejorar las condiciones de vida de las niñas, los niños y sus comunidades centrándose especialmente en las personas con discapacidad. Nuestra organización ha trabajado para que los niños y niñas discapacitadas puedan ir a la escuela pública y así garantizar su derecho a la educación, que sean aceptados/as y disfruten de todos sus derechos.

Antes, los niños y las niñas con discapacidad dudaban incluso a la hora de salir a la calle porque tenían miedo a sentirse humillados/as y a recibir insultos. Ni sus familias consideraban importante educarles ni eran bien recibidos/as en las escuelas, pero las cosas han cambiado para ellos y ellas.

Sultana tiene 8 años, es alumna de tercer curso y nos cuenta que tiene una discapacidad motora que ha paralizado su lado derecho, por lo que no podía caminar ni hacer nada con la mano. “Ahora recibo clases en casa de las asignaturas que necesito reforzar, y me enseñan ejercicios de rehabilitación. Voy mejor en mis estudios y puedo ir a la escuela”, declara.

Laxmi, de 13 años y con discapacidad visual, también puede asistir ahora a la escuela de su aldea, Satyabhamapur, en Balianta. La pequeña perdió casi toda la visión a los cuatro años, ahora puede ver objetos a un metro de distancia gracias a la terapia con láser, la intervención quirúrgica y las gafas apropiadas que ha costeado al 50% la Organización. “Han conseguido recuperar la visión de un ojo y que me admitieran en la escuela primaria local, donde buscaron y formaron a un voluntario para que me ayudase, y ahora soy una alumna más de octavo curso, como otros niños, y estoy aprendiendo Braille.”

Los derechos de las mujeres con discapacidad

Las mujeres discapacitadas de Balianta vivían cautivas y dependientes porque que no eran consideradas aptas para ningún trabajo. Además sufrían múltiples discriminaciones y estaban invisibilizadas y sin posibilidad de hacerse escuchar. Casi una década de trabajo de nuestra Organización ha conseguido que 231 mujeres discapacitadas integren un grupo en el que reciben cursos sobre sus derechos, formación profesional, apoyo y motivación. Ya se han independizado 32 mujeres del grupo y otras 93 han puesto en marcha negocios y créditos para cubrir sus necesidades alimenticias, de educación y de salud.

El método de trabajo utilizado se basa en reforzar su autoestima, su capacidad de comunicación y de movilidad a través de los cursos de formación. Por otro lado, las actividades generadoras de ingresos que se han puesto en marcha consiguen que estas mujeres sean independientes económicamente a través de puestos de comida y ayuda económica inicial para que críen vacas, corderos y cabras o cultiven arroz

Snehalata tiene 24 años y vive en Bodhakhandi. Su falta total de audición hacía que fuera considerada una carga por su familia. Cuando nuestra Organización empezó a trabajar con ella hace 8 años se pasaba el tiempo aislada en su casa. Snehalata nos dice: “Hoy me siento libre, soy miembro de una cooperativa y tengo unos ingresos medios de 1.200 rupias (18,43 euros) al mes y estoy orgullosa de ayudar a mi familia”.

Tras la salida de ActionAid, organización a través de la que trabaja en el terreno Ayuda en Acción, tanto PKK como Balianta, creada para este fin, continuarán el trabajo de desarrollo en las 97 aldeas que integran el área de desarrollo. Estas organizaciones cuentan ya con plena capacidad para influir en las instituciones públicas y para mejorar la vida de las personas con discapacidad.

Durante una década de trabajo se ha buscado influir en las instituciones organizando reuniones, marchas y manifestaciones para presionar al gobierno y que se reconozcan y se hagan valer los derechos de las personas con discapacidad.

Balianta será ahora depositaria y responsable de las actividades en la región y también un centro de recursos que proporcionará apoyo psicológico y apoyo legal, movilizará recursos del gobierno, donantes locales e internacionales para que el trabajo que empezó hace diez años Ayuda en Acción continúe en manos de sus beneficiarios.

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