Desperté una mañana con los ojos de la esperanza. Desperté con ganas de vivir, de querer, de amar, simplemente de ser, de exponer y no ocultar.

Cambié el rumbo de mi vida una mañana al abrir la ventana entrando el aire de la seguridad, la inspiración y la decisión.

Hoy por fin me siento una mujer libre y feliz.

Hoy me siento yo y me reconozco porque cambié, en una mañana con ojos de esperanza, el rumbo de mi vida.