Con los resultados de la votación, la Constitución dictada en tiempos de Augusto Pinochet y que por décadas ha beneficiado a unas personas por sobre otras acentuando las desigualdades y la precariedad, continuará vigente en el país. Si bien la ciudadanía no aprobó la propuesta elaborada por la Convención Constitucional, se ha comprobado en innumerables ocasiones que la actual Constitución obstaculiza los cambios necesarios para conseguir un Chile más justo, por lo que resulta imprescindible continuar los esfuerzos por cambiarla.

“Lamentamos que el resultado del plebiscito resultase en el rechazo de una nueva Constitución, que tenía la oportunidad de mejorar las condiciones de vida de todas las personas en Chile y avanzar hacia mayores niveles de justicia. Sin embargo, celebramos los esfuerzos que se han dado para construir un país más justo y libre, y confiamos que este proceso continuará hasta tener un marco constitucional acorde a las necesidades de todas las personas en el país. Jamás dejaremos de luchar hasta que este sueño se vuelva realidad,” dijo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.

“Los movimientos sociales y la ciudadanía han alzado la voz exigiendo mejores condiciones de vida, pero esta situación difícilmente se puede solucionar de raíz manteniendo una Constitución intrínsecamente injusta y que se originó en un periodo doloroso de la historia de Chile. Por eso, en el plebiscito de entrada casi un 80% votó a favor de tener una nueva Constitución,” dijo Rodrigo Bustos, director ejecutivo de Amnistía Internacional Chile.

Quedarse con la Constitución de 1980 implica que aquellos abusos y situación de vulnerabilidad que vive gran parte de la sociedad chilena, y que habrían encontrado respuestas efectivas en la nueva Carta Magna y sus normativas consecuentes, ya no serán posible en corto y mediano plazo.

“De esta manera, a partir de hoy debemos observar con especial atención el futuro del país y seguir impulsando la posibilidad de seguir adelante con la construcción de un Estado capaz de acoger y proteger a todos sus habitantes. Por esta razón, seguiremos trabajando para que se avance en un cambio del texto constitucional chileno y llamamos a todas las personas que promovieron la opción Rechazo manifestando un compromiso de continuar el proceso constituyente, cumplir su palabra y garantizar que el nuevo texto mantenga todos los avances en materia de derechos humanos incluidos en Constitución que se rechazó” concluyó Rodrigo Bustos.