Justicia

Justicia es reconocer, respetar y hacer valer los derechos de las personas, y otorgarles a cada uno lo que les corresponde.

Honestidad

La honestidad es un valor de los seres humanos. Una persona honesta siempre antepone la verdad, en sus pensamientos, expresiones y acciones.

Respeto

Respeto es aceptar y apreciar las cualidades del prójimo, además de reconocer el valor de los derechos de uno mismo y de los demás.

Amistad

Todos los padres saben que la elección de un amigo es fundamental para los hijos. La amistad tiene sus exigencias: Franqueza, apertura, capacidad de aceptar críticas y halagos, lealtad, sacrificio.

Autodisciplina

Es imprescindible para mantener el control sobre nuestra vida y desarrollo. Es indispensable para poder conseguir los objetivos propuestos en la escuela o en la casa.

Compasión

Es un valor que tiene en cuenta la realidad de otras personas. Es bondad, benevolencia, amistad.

Coraje

El coraje consiste en saber que es lo que se debe temer. El coraje en las personas bien formadas, sale a relucir frente a las injusticias.

Los padres deben fomentar también este valor, pues ayudara a los hijos a sacar fuerzas de las flaquezas. Les enseñará a luchar fuerte, en lo que consideran retos de estudios, trabajos o relaciones.

Lealtad

La lealtad es la verdadera unión con la familia, religión, amigos, profesores y grupos con los que hemos decidido identificarnos. Siempre intentaremos que la lealtad sea mutua.

Perseverancia

La perseverancia es crucial para el éxito, si está unida a la inteligencia práctica. Ha sido siempre un ingrediente esencial para el progreso humano.

Responsabilidad

Significa tener la capacidad, madurez y responsabilidad de responder de nuestros actos. Las personas maduras, son las que se hacen cargo de sí mismas y de sus conductas.

Educar a los hijos en la responsabilidad empieza, desde muy pequeños en la casa, con el cumplimiento de pequeñas tareas.

Trabajo

El trabajo es el esfuerzo aplicado, en aquello a lo cual nos dedicamos para lograr algo. No es la tarea con la cual nos ganamos la vida, si no aquello que hacemos con nuestra vida.

Gratitud

El valor de la gratitud se ejerce cuando una persona experimenta aprecio y reconocimiento por otra que le prestó ayuda. No consiste, necesariamente, en “pagar” un favor con otro igual, sino en mostrar afecto y guardar en la memoria ese acto de generosidad. Más que centrarse en la utilidad práctica del servicio recibido, aprecia la actitud amable de quien lo hizo.

Para ayudar a nuestros hijos a que sean felices y que disfruten de la vida, necesitamos ofrecerles dos cosas: La práctica en hacer varias cosas que requieran un nivel de esfuerzo y compromiso, compatible con cierta inversión personal en la actividad y el ejemplo de nuestra propia vida.

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