Las fuerzas de seguridad de Costa de Marfil y la milicia respaldada por el gobierno están creando un clima de temor que impide a cientos de miles de personas desplazadas por la violencia postelectoral regresar a sus casas. Así lo ha manifestado Amnistía Internacional en un informe hecho público hoy.
El informe, titulado “We want to go home, but we can’t” Côte d’Ivoire’s continuing crisis of displacement and insecurity“, describe de qué manera los homicidios y ataques por motivos étnicos perpetrados por las fuerzas de seguridad gubernamentales (FCRI) y por una milicia compuesta por dozos (cazadores tradicionales) han impedido a la población abandonar la seguridad relativa de los campos temporales.
“No puede permitirse que se prolongue el estancamiento que mantiene a más de medio millón de personas fuera de sus casas”, ha manifestado Gaëtan Mootoo, investigador de Amnistía Internacional sobre África Occidental.
“Las autoridades deben actuar para establecer una cadena de mando clara, y deben desmantelar los grupos de milicia que, pese a que el conflicto ha terminado, siguen sembrando el temor entre la población.”
El informe de Amnistía Internacional expone con detalle cómo, tras la toma de posesión del presidente Alassane Ouattara, las fuerzas de seguridad gubernamentales (FCRI) y la milicia de los dozos siguieron matando y atacando a personas exclusivamente a causa del grupo étnico al que pertenecían.
Los dozos parecen atacar al grupo étnico guéré, al que se considera partidario del ex presidente Laurent Gbagbo. Los jóvenes corren especial peligro, especialmente los de tipo atlético, a quienes se considera probables miembros de grupos de milicia favorables a Gbagbo.
En el barrio de Carrefour, en Duékoué, donde cientos de civiles fueron asesinados a finales de marzo de 2011, muy pocos guérés se han atrevido a regresar a sus hogares. Los que han regresado han dicho a Amnistía Internacional que combatientes armados dozos recorren frecuentemente en motocicleta arriba y abajo la calle principal del barrio.
Una persona que reside en la zona ha declarado lo siguiente: “No necesitan hacer más que eso. Ni siquiera tienen que bajarse de las motocicletas. Simplemente el pasar por delante con la frecuencia que lo hacen, empuñando sus armas, basta para mantenernos asustados. Eso es lo que quieren.”
Miedo ante la “función de seguridad” de los dozos
Amnistía Internacional siente preocupación por la “función de seguridad” otorgada a las milicias dozos por las fuerzas oficiales, las FRCI. Dozos armados mantienen controles en las carreteras principales del oeste del país, y disuaden así a la gente de regresar a sus casas.
“La libertad con la que actúan los dozos indica que sus acciones son toleradas o incluso instigadas por las FCRI”, ha manifestado Gaëtan Mootoo.
“El presidente Ouattara y el primer ministro Guillaume Soro deben trabajar duro para crear unas fuerzas de seguridad que sean imparciales y que puedan proteger a todos los ciudadanos marfileños, independiente del grupo étnico al que pertenezcan.”
Durante los meses de violencia que siguieron a las controvertidas elecciones presidenciales de Costa de Marfil, las fuerzas leales tanto a Ouattara como a Gbagbo cometieron graves violaciones de derechos humanos, incluidos crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra.
Amnistía Internacional concluyó que los mercenarios liberianos y los combatientes de las milicias partidarias de Gbagbo habían sido responsables de la muerte de decenas de simpatizantes o presuntos simpatizantes de Ouattara cuando se retiraron de Abiyán y se dirigieron a Liberia a principios de mayo de 2011. La mayoría de estas personas pertenecían a la comunidad dioula, considerada leal a Alassane Ouattara.
Un superviviente dioula contó a Amnistía Internacional que mercenarios liberianos habían matado a 24 personas en el poblado de Godjiboué (al suroeste de Abiyán) el 6 de mayo de 2011:
“Cuando llegaron, la gente entró en pánico, todo el mundo trataba de escapar y de correr hacia la selva. Mi padre, que era anciano y no podía correr deprisa, se refugió en una casa. Los mercenarios lo persiguieron y lo mataron a tiros, junto con otra persona.”
Amnistía Internacional pide al presidente Ouattara que elabore urgentemente un plan general de acción para establecer la seguridad en todo el país, con el fin de que las personas desplazadas y refugiadas puedan retornar sin peligro a sus hogares. Esto incluye la desmovilización y el desarme efectivos de las milicias y otras fuerzas irregulares.
Habida cuenta de que las fuerzas de seguridad gubernamentales y los dozos están cometiendo violaciones de derechos humanos, Amnistía Internacional ha recibido con satisfacción la decisión de la Operación de la Naciones Unidas en Costa de Marfil (UNOCI) de establecer ocho campamentos militares en el oeste del país para poder cumplir mejor su mandato de proteger a la población civil.
“Deben abordarse sin demora las gravísimas consecuencias de la reciente oleada de inseguridad y desplazamientos, o de lo contrario socavarán los esfuerzos por promover la reconciliación en un país desgarrado por una década de lucha étnica y conflicto violento”, ha declarado Gaëtan Mootoo.
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