La pandemia del coronavirus no solamente ocasionó problemas sanitarios muy graves con el colapso de hospitales, ambulatorios o residencias y con la muerte de más de 40.000 españoles y unos 200.000 infectados (52.000 sanitarios) sino que, además, está provocando una grave crisis económica que los organismos económicos internacionales como el B.M, B.C.E, O.C.D.E y el Banco de España calculan entre el -11 al 19% de nuestro P.I.B (Producto Interior Bruto) y un 20% de paro a finales del 2020.

La educación en España también se ha visto seriamente afectada y ya no será la misma que antes de la pandemia. Los profesores nos hemos visto obligados a adaptarnos, con nuestros propios medios disponibles, en muy pocos días (un fin de semana) para poner a punto nuestros ordenadores para las videoconferencias con nuestros alumnos y compañeros. Además, les teníamos que enviar de forma telemática actividades, ejercicios, comentarios, etc, para que las realizasen y nos las enviasen por el mismo soporte digital.

A estas rápidas y acuciantes adaptaciones técnicas hemos de sumar lo que tendremos que hacer cara al inicio del próximo curso 2020/21, en septiembre. Hace apenas 15 días en BOE publicó que la distancia mínima entre cada alumno en una clase ha de ser de 1,5 metros. Ello supone, en la mayor parte de colegios e institutos la falta física de espacio para albergar en una misma clase a todos los alumnos a no ser que infringiéramos la ley.

Por lo tanto, hemos de habilitar nuevos espacios dentro del Centro educativo que, en algunos casos, no sería necesario pues hay algunos colegios en la enseñanza Concertada que, debido a los recortes de los últimos años, disponen de aulas libres para acoger de nuevo a los alumnos que no dispongan de un sitio en su aula habitual. Otras soluciones, en especial en los colegios públicos, sería, tal y como indicó la ministra Isabel Celaá, habilitar el polideportivo, la biblioteca, aula de música o salón de actos del Centro.

Como la mayor parte del profesorado reconocemos, la enseñanza presencial sigue siendo necesaria. Yo diría que imprescindible por múltiples motivos:

  1. El colegio no es solo un lugar donde los alumnos van a recibir, por parte del profesor, una serie de conocimientos (estos los pueden conseguir y aprender vía internet, por ejemplo) sino, y esto es lo más importante, nuestros alumnos acuden al Centro educativo para ir adquiriendo una serie de valores éticos como son: la solidaridad, la amistad, el compañerismo, el trato a nuestros mayores, realizar tareas contra la xenofobia, el maltrato a la mujer, abusos a menores o la lucha contra el racismo para conseguir que cuando sean personas ya adultas se comporten como buenos ciudadanos.
  2. En la clase presencial la relación alumno-profesor es más directa, más fluida y se puede llegar mejor a la empatía entre profesor-alumno, alumno-profesor. Al ser más rápida y directa el alumno puede intercambiar ideas o sus puntos de vista de una forma más rápida y eficáz.
  3. Las actividades, tareas y controles (tanto orales como escritos) se ajustan a una mayor y mejor verificación al estar el profesor a su lado y saber directamente lo que el alumno hace o debería de hacer de una forma más precisa que telemáticamente.

La combinación entre clases presenciales y virtuales puede ser una solución, más bien temporal, y para los alumnos de cursos superiores de la ESO o Bachillerato y por algunas horas determinadas, pues, de lo contrario, supondría una carga lectiva tanto para los alumnos como para los profesores.

Curiosamente y, por supuesto sin querer, debido a la pandemia de coronavirus nos vemos obligados a volver a una enseñanza tradicional donde las mesas y las sillas estarán colocadas rígidamente separadas a 1,50 metros cada una, en líneas bien formadas sin que los alumnos se puedan levantar de su correspondiente sitio y, mucho menos, poder realizar tareas en equipo donde es necesaria la proximidad de los alumnos y el compartir los materiales para realizar el proyecto propuesto.

¿Qué ocurrirá con los proyectos colaborativos entre los alumnos?. Me temo que tendrán que quedar aparcados al menos durante el próximo curso.