Si eres amante de este producto, te avisamos. No sigas leyendo. Puede que ya no sientas lo mismo al saborearlo cuando conozcas lo que vamos a contarte hoy. O mejor. Sigue leyendo. Y adquiere responsabilidad con el cacao que consumes.
La cuenca del Amazonas y del Orinoco fue el origen, hace más de 4.000 años, de uno de los productos más consumidos en el mundo: el cacao. Hoy, su cultivo, comercialización y transformación tienen un enorme impacto en el comercio internacional.
Conoce la desigualdad de género existente en el sector del cacao
Hay chocolate con leche, chocolate blanco o chocolate con frutos secos que es muy amargo. ¿La razón? El cacao con el que se elabora roba sus derechos a la mujer, ya que en las plantaciones y fábricas de procesamiento, este colectivo sufre discriminación.
Descubre cómo se vulneran los derechos de las mujeres trabajadoras de la cadena del cacao:
- A través de los sueldos. Las mujeres solo acceden a puestos de trabajo con una retribución inferior, y cuando realizan la misma función que los hombres, ellas perciben un salario más bajo. Además, hay regiones donde la mujer tiene que soportar la perpetuación de los roles de género, que suponen un obstáculo para que pueda trabajar en el cultivo del cacao, al ser estimada como una labor propia del varón.
- A través de la propiedad de la tierra. Hay regiones donde las mujeres no pueden ser las dueñas de los terrenos que trabajan. De ahí que no tengan voz ni acceso a créditos bancarios.
- A través del techo de cristal. Las mujeres encuentran dificultades para incorporarse a cooperativas y desempeñar cargos directivos. Esto conlleva que ellas no alcancen la misma formación agraria que los hombres o que no se puedan beneficiar de mejores precios en los insumos agrícolas.
- A través de préstamos. Sin propiedad de la tierra el acceso a financiación es muy complicado y sin ella, disponen de menos posibilidades para adquirir insumos de mayor calidad o introducir mejoras para sus cultivos.
- A través de las condiciones laborales. Trabajan sin contrato, sus salarios son muy bajos o sus horarios abusivos.
La labor del Comercio Justo por los derechos de la mujer
El Comercio Justo es un sistema comercial ético que ha roto con las injustas reglas del comercio tradicional, renovando las relaciones entre los miembros de la cadena de consumo, y promoviendo que estas sean más equitativas y menos abusivas.
Su misión es mejorar los medios de vida del pequeño campesinado y grupos productores, impulsando su desarrollo y sostenibilidad a nivel social, económico y ambiental, y, entre sus principios, nos encontramos el compromiso de la igualdad de género y ausencia de discriminación hacia la mujer.
Cuando adquirimos un producto de Comercio Justo, sabemos que este ha sido producido o elaborado en condiciones dignas y que se han garantizado los derechos de este colectivo. ¿Cómo estar seguros al 100%?
Mediante la certificación de Comercio Justo. Este sello avala, entre otras cuestiones, la ausencia de discriminación en el procedimiento de contratación, una misma retribución, la igualdad en el acceso al aprendizaje y oportunidades de promoción, atender sus necesidades durante el embarazo o lactancia, y asegurar condiciones laborales seguras y saludables.
Puedes conocer más sobre este comercio ético en la guía gratuita Todo lo que necesitas saber sobre el Comercio Justo de Oxfam Intermón. Te ayudará a descubrir que hay otra alternativa de consumo mucho más saludable para la ciudadanía… ¡y el medio ambiente!
Tu papel: comprar de forma responsable para evitar perpetuar la desigualdad
Los productos que incorporas a tu cesta de la compra, como esa apetitosa tableta de chocolate, pueden estar perpetuando desigualdades de género. ¿Cuánto sabes sobre su origen? ¿Conoces si las empresas fabricantes son socialmente responsables? ¡Arrojemos algo de luz sobre el asunto!
Nestlé, Mondelēz y Mars controlan una parte importante del mercado chocolatero mundial. Con la campaña “Tras la marca”, podrás conocer si tus marcas favoritas están protegiendo los derechos fundamentales y qué empresas chocolateras están trabajando realmente para poner freno a la desigualdad de género que se vive en la cadena del cacao.
La situación de desigualdad que viven las mujeres las hace vulnerables y las predispone a condiciones de vida más injustas. ¡Tenlo presente a la hora de llenar tu carrito!
Comprar con cabeza es garantizarles una vida digna, con igualdad de oportunidades, salarios equitativos, medios para que puedan ganarse la vida, valerse por sí mismas y cubrir sus necesidades y las de su familia, y que puedan vivir alejadas de la pobreza o el hambre.
No dejes que el cacao de tu chocolate amargue la vida a ninguna mujer. ¡Apúntate al consumo responsable!
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