“Para siempre, Ojos de ola”
(sei un attimo senza fine)
Eso era todo, la esquela completa que hace unos meses encontré por casualidad en un diario español. La frase en italiano: el estribillo de una famosa canción de Gino Paoli que ha significado mucho en mi vida. Gracias a eso reparé en la esquela. A partir de ahí, el misterio que encierra una historia de amor. ¿De quién serían esos ojos de ola ? ¿Qué habría habido entre los protagonistas? ¿Qué maldad había puesto fin de forma tan dramática a su romance? Quizá sólo una certeza, se habían amado sin medida, y seguro que de este modo contribuyeron a hacer del mundo un lugar un poquito mejor, a pesar de todas las piedras en el camino que encontramos y que en 2017 no han sido precisamente escasas.
Sírvanos el ejemplo de esta pareja de acicate para pelear, desde las más altas tribunas o desde nuestro vivir más cotidiano, por conseguir en este 2018 un mundo mejor.
El año nuevo nos pertenece, no perdamos un instante.
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