Más de cien pescadores ilegales de Birmania han sido arrestados en las últimas semanas. Catorce de ellos estaban pescando en la isla de North Sentinel, hogar del pueblo indígena sentinelés, que ataca a todo aquél que se aproxima a su isla. En 2006, miembros del pueblo indígena acabaron con la vida de dos pescadores.
Los furtivos birmanos e indios también amenazan la supervivencia del pueblo indígena jarawa, que tan sólo han tenido contacto con foráneos desde 1998. Un furtivo indio y un hombre jarawa murieron en un conflicto dentro de la reserva jarawa en 2008.
Desde finales de agosto, el servicio de guardacostas de la India ha anunciado la detención de más de cien furtivos birmanos. La mayoría de los arrestos se produjeron en las proximidades de la reserva jarawa. Sin embargo, los furtivos locales indios rara vez son detenidos.
Los furtivos capturan tortugas y bucean para conseguir los lucrativos “pepinos de mar” para el mercado chino, y también cazan en el bosque de los jarawa. Los furtivos locales a menudo entran por la carretera ilegal que cruza la tierra del pueblo indígena. Survival ha instado en repetidas ocasiones a las autoridades locales a cerrar la carretera, pero ésta sigue abierta.
Fuentes locales aseguran que el problema es mucho mayor de lo que sugieren los recientes arrestos, ya que la mayoría de los furtivos no son detectados.
Tanto los jarawa como los sentineleses son cazadores-recolectores, y el robo de sus animales y pesca en su territorio pone en peligro su abastecimiento de alimentos.
También se genera el riesgo de que los furtivos introduzcan enfermedades en los pueblos indígenas. Los sentineleses están en una situación de especial riesgo: su completo aislamiento hace probable que no tengan ninguna inmunidad ante enfermedades como la gripe y las paperas.
La investigadora de Survival International Sophie Grig declaró hoy: “La reciente serie de arrestos del servicio de guardacostas indio muestra que se están tomando el problema de los furtivos en serio, pero también pone de manifiesto la enormidad de la amenaza. Los jarawa y los sentineleses han vivido en las Andamán durante aproximadamente 55.000 años, pero si continúa la invasión de sus territorios, sus días podrían estar contados”.
Vídeo de una entrevista exclusiva con un hombre jarawa sobre los furtivos en sus tierras (Link).
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