¿QUÉ ES EL GLIFOSATO?

El glifosato es un herbicida no selectivo de amplio espectro, utilizado con mucha frecuencia para eliminar las denominadas malas hierbas en agricultura, silvicultura y jardinería, por ello estamos expuestos a él tanto a través del aire que respiramos, del agua, como de los alimentos que comemos. El glifosato es el principio activo del hebicida RoundUp (nombre comercial registrado por Monsanto en 1970). La patente de este producto expiró en el año 2000 y en la actualidad existe una multitud de productos para uso agrícola y de jardinería que incorporan este principio activo. Es el herbicida más extendido mundialmente, y millones de hectáreas de cultivos, parques y aceras son rociados con él cada año. RoundUp sigue siendo el el herbicida más vendido en el mundo y reporta a Monsanto unos beneficios astronómicos. En 2014, la venta de RoundUp ha representado un tercio de las ventas totales de Monsanto. Según la propia Monsanto, en Europa existen actualmente más de 2.000 productos autorizados que contienen glifosato.

USOS DEL GLIFOSATO

-Cultivos modificados genéticamente: en 1996 comenzó a utilizarse en la soja transgénica. Le siguieron otros cultivos transgénicos como: maíz, alfalfa, songo, canola, algodón y trigo en desarrollo. Estos cultivos dieron a los agricultores la posibilidad de controlar las malezas de forma total ya que el glifosato no afectaba sus cultivos genéticamente modificados. En 2005, el 87% del cultivo de soja de EE.UU era de la variedad transgénica resistente al glifosato.

-Otros usos en la agricultura: en otros cultivos el glifosato se usa como agente desecante. Por ejemplo, en el cultivo de la caña de azúcar su uso como agente desecante permite el incremento de la concentración de la sacarosa antes de la cosecha. También se utiliza en la fruticultura y la silvicultura, en el mantenimiento de céspedes y jardines, y en ambientes acuáticos, como herramienta tecnológica para la eliminación de la vegetación indeseable.

-Uso en ciudades: en muchas ciudades el glifosato se pulveriza en aceras y calles, así como en las grietas del pavimento para eliminar las malezas que crecen entre ellas. Hasta un 24% del glifosato aplicado en las superficies duras o pavimentadas puede escurrir hasta el agua de drenaje. La contaminación con glifosato de las aguas superficiales se atribuye tanto al uso urbano como al agrícola.

TOXICIDAD Y EFECTOS INDESEABLES

El 20 de marzo del 2015, la Organización Mundial para la Salud declaró en Lyon, Francia, que el glifosato en “un problable carcinógeno para los seres humanos” y también que hay pruebas “convincentes” de que puede provocar cáncer en animales de laboratorio.

glifosatLA REACCIÓN DE MONSANTO

Inmediatamente después de conocerse la decisión de la IARC de incluir el glifosato en la lista 2A (agentes de probabilidad carcinogénica para los seres humanos), la empresa Monsanto expresó su crítica a través de diversos canales. En el blog “Hablando claro”, editado por Monsanto, por ejemplo, se puede leer: “Y queremos ser claros: todos los usos del glifosato incluidos en la etiqueta son seguros para la salud humana, lo que está respaldado en una de las bases de datos de salud humana más extensas en todo el mundo sobre productos agrícolas. De hecho, cada herbicida a base de glifosato en el mercado cumple los rigurosos estándares establecidos por las autoridades reguladoras para proteger la salud humana”.

EL GLIFOSATO EN ESPAÑA

En el Estado español, el glifosato se ha promovido como “herbicida benigno” pero su afección al medio ambiente y los seres vivos puede ser muy grave, algo preocupante porque su uso está generalizado en sistemas agrarios emblemáticos como el olivar andaluz, el cítrico valenciano, acequias de riego y otros cultivos extendidos por toda la Península, y también por patios escolares y jardines públicos.

UN ENGAÑO AL DESCUBIERTO

Varios son los estudios que muestran la toxicidad del glifosato, los más recientes publicados el año pasado por el profesor Séralini, demostrando que tanto los líquidos (por ejemplo el agua del grifo contaminada con RoundUp) como los alimentos derivados de plantas rociadas por dicho herbicida son tóxicos. Pero la nueva alarma surge de un reciente estudio de la Universidad de Caen, Francia y publicado por la revista científica “Toxicology”, donde prueban a través del estudio de nueve herbicidas que contienen glifosato (incluyendo el RoundUp de Monsanto) la toxicidad de un componente llamado POE-15.

Aunque es frecuente que en las etiquetas de los herbicidas no mencionen la presencia de componentes adicionales como el POE-15, estos son fundamentales en su función de coadyuvantes y permiten estabilizar el glifosato y su penetración en el tejido de la planta al disolver la superficie encerada de las plantas y las membranas de las células vivas. Por lo tanto, dichas “formulaciones” pueden afectar a todas las células vivas, incluyendo las humanas. Es inadmisible que la composición exacta del RoundUp está clasificada como confidencial, igual que es inadmisible que los coadyuvantes son a menudo caracterizados toxicológicamente como “inertes”.

No sólo se deben cuestionar las autorizaciones de herbicidas como el RoundUp o los cultivos transgénicos que necesitan de su aplicación, sino que los própios métodos y procedimientos de evaluación y autorización deben revisarse por completo. Esta revisión debe llevarse a cabo de una forma transparente que incluya las distintas posiciones de la comunidad científica. Los paneles y las agencias encargadas de la evaluación del riesgo de estos productos se han basado, hasta la fecha, en las conclusiones de Monsanto en lo que se refiere a seguridad. Dichas decisiones deben ser rebatidas por su laxitud y por las prácticas secretistas que evitan evaluaciones completas y transparentes. El acceso a toda la información sobre los efectos de los herbicidas en la salud debe estar garantizado por ley.

Debemos poner en cuestión un modelo de producción regido por intereses exclusivamente corporativos y económicos y que no se enfocan a garantizar un derecho humano básico como es el derecho a una alimentación sana y suficiente. Frente a esta realidad está en peligro el modelo según el cual millones de campesinos y campesinas en el mundo producen alimentos para la mayoría de la población, de una manera sana y respetuosa con su entorno y el resto de seres vivos. La agroecología es un modo de desarrollo agrícola que ha demostrado que da resultados para avanzar rápidamente hacia la concreción de ese derecho humano. Este modelo agroecológico es incompatible con herbicidas y transgénicos.