– No contestes mal a tu profesora AUNQUE YO INSULTE, DELANTE DE TI, A TU MADRE.
– No me mientas AUNQUE DESCUBRAS CADA DÍA QUE YO LO HAGO CON FRECUENCIA.
– Lee AUNQUE NO ME VEAS JAMÁS CON UN LIBRO ENTRE MANOS.
– No agredas a tus compañeros AUNQUE ME VEAS ACTUAR CON VIOLENCIA.

Así podríamos seguir enumerando todas las conductas que queremos corregir en nuestros niños, obviando nuestro comportamiento de adultos, como si cumplir años nos autorizase a infringir las normas que les ponemos a ellos.

Cuando hablamos de educación, el ejemplo lo es todo. Ni las palabras, ni las normas, mucho menos los castigos. Nada influye tanto en el aprendizaje y el desarrollo de un niño como los modelos y las referencias que tiene a su alrededor.

Es la herramienta más importante y poderosa que padres y madres tenemos a nuestro alcance y utilizarla no es una decisión, ES INEVITABLE.

“No te preocupes si tus hijos no te escuchan, recuerda que te están observando todo el tiempo.” María Montesori.
“Educar con el ejemplo no es una manera de educar, es la única manera” Albert Einstein.

Si queremos recuperar valores perdidos y que sean asimilados por nuestros niños, no hay otra forma que empezar por adquirirlos nosotros mismos.