© Marta Navarro

Seis meses después del terremoto que sacudió Haití el pasado 12 de enero, la organización médico-humanitaria internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) recuerda las terribles condiciones en que siguen viviendo las víctimas de la catástrofe, con motivo de la publicación del informe en el que hace balance de la que ha sido la mayor intervención de su historia.

La intervención médica de MSF en Haití ha evolucionado durante los seis últimos meses, desde un modelo de respuesta de emergencia a un abanico más amplio de actividades médicas y de asistencia de primera necesidad. “Los haitianos fueron los primeros en responder a esta catástrofe, y hemos respaldado su esfuerzo con una intervención masiva. Hoy, la atención médica que reciben los haitianos ha mejorado, y ciertamente es más accesible que antes del terremoto y esto supone que la población más desfavorecida recibe la adecuada asistencia sanitaria”, explica el coordinador general de MSF Stefano Zannini, quien ya se encontraba en Puerto Príncipe cuando se produjo el seísmo, que mató o hirió a cientos de miles de personas y dejó en la calle a cerca de un millón más.

Sin embargo, la situación para muchos haitianos sigue siendo de extrema precariedad, y la frustración crece entre quienes sufren con la lenta reconstrucción. “Hay una sorprendente brecha entre el entusiasmo y las promesas de ayuda a las víctimas del terremoto de las primeras semanas y la cruda realidad en el terreno después de seis meses”, señala Zannini.

El informe de MSF recoge cifras que reflejan la magnitud de la intervención. A fecha del pasado 31 de mayo, MSF había tratado a más de 173.000 pacientes y practicado unas 11.000 intervenciones quirúrgicas. Más de 81.000 personas recibieron asistencia psicológica para ayudarles a superar el trauma. Asimismo, MSF distribuyó casi 27.000 tiendas y más de 35.000 kits de bienes de primera necesidad (kits de higiene y de utensilios domésticos, entre otros).

Todo esto ha sido posible gracias a la generosidad demostrada por donantes en todo el mundo. A 31 de mayo de 2010, MSF había recibido 91 millones de euros en donaciones vinculadas a la emergencia de Haití. Para esa misma fecha, la organización había gastado 53 millones de euros, de los cuales 11 millones se destinaron a actividades de cirugía, 4 millones a salud materna (con unos 3.700 partos asistidos) y más de 8,5 millones en distribución de materiales de refugio a los damnificados. Para finales de 2010, MSF prevé haber gastado cerca de 89 millones de euros en asistencia a la población haitiana.

Seis meses después, sigue habiendo muchas incertidumbres sobre el ritmo de la reconstrucción y la continuidad de la presencia de otras organizaciones que proporcionen atención médica. MSF está comprometida con las víctimas del terremoto y seguirá prestando asistencia en los próximos años. “La atención sanitaria ya era muy frágil en Haití antes del 12 de enero”, explica el presidente internacional de MSF, Unni Karunakara. “El terremoto destruyó gran parte de los servicios médicos disponibles, y pasarán muchos años antes de que el país se recupere. MSF está dispuesto a asumir su parte en la rehabilitación de la atención sanitaria a los haitianos y dedicará sus equipos y recursos a esta tarea hasta lograr sus objetivos”.

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