Queremos agradecer a todos aquellos colectivos y personas que, con todas las condiciones y los medios en contra, han colaborado desinteresadamente durante todo este año en la difusión y en sacar adelante la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para la Recuperación del Sistema Nacional de Salud (SNS).

Militantes de sindicatos alternativos como CGT, CNT, ESK-País Vasco, CSI-Asturias, Autonomía Obrera-Andalucía, Somos Sindicalistas; Centros Sociales o alternativos como la Escuela Popular de la Prospe; activistas del movimiento pensionista y Coespe o Yayoflautas; asambleas feministas; asociaciones en defensa de lo público como ATTAC o la revista otromundoesposible.net; asociaciones vecinales y un largo etc. han dedicado su tiempo y sus fuerzas para explicar por todo el Estado que es posible garantizar una sanidad de calidad y universal, siempre que se tomen las medidas que proponíamos en la ILP.

También tenemos que agradecer el apoyo de todas las personas anónimas y colectivos, que han apoyado económicamente la primera y la segunda campaña, dado que en CAS, al contrario de muchas asociaciones que dicen defender la sanidad pública, no aceptamos subvenciones ni del Estado, ni de empresas privadas, única forma de ser autónomos y mantener nuestra independencia.

Desde CAS concebimos la ILP como un instrumento para estar en las calles en estos momentos de brutal desmovilización, y poder denunciar la desastrosa situación del sistema sanitario en todo el Estado. Dado que los políticos no aciertan a proponer medidas que acaben con la agonía del SNS, nos hemos visto obligados a plantear propuestas de solución. Solo tenía sentido poner en marcha la ILP en esta legislatura, en la que gobierna la coalición de partidos (PSOE y Unidas Podemos) que mientras estaban en la oposición prometían derogar las leyes que permiten destruir la sanidad.

Durante estos meses se han realizado decenas de charlas y presentaciones por toda la geografía, lo que nos ha permitido cumplir con nuestro primer objetivo: contactar con el mayor numero de colectivos y personas, que han sabido entender cuáles son las causas, y quiénes son los responsables del proceso de privatización, deterioro, y desmantelamiento del sistema sanitario. Esto nos permite sumar apoyos a la lucha contra la destrucción del sistema sanitario, lucha que cada día es más necesaria, y con la que vamos a continuar.

A pesar de todo el trabajo realizado, y contando con las restricciones derivadas de la pandemia de Covid, no ha sido posible reunir las 500.000 firmas que las instituciones estatales, no olvidemos herederas del franquismo, exigen para que la población pueda plantear propuestas en el Congreso. También somos conscientes de que si hubiéramos conseguido las 500.000 firmas, el Congreso hubiera votado en contra de nuestras propuestas. Sobre todo, porque las medidas que planteábamos, desde crear un sistema público de farmacia, a prohibir el saqueo del SNS por las empresas privadas, o garantizar la atención sanitaria de las mayores de las residencias desde el sector público, son medidas de interés general, pero que colisionan con los intereses económicos de las grandes corporaciones, de las cuales, los políticos son meros apéndices.

Lejos queda el 28 de abril de 2020, en plena primera ola, cuando centenares de pacientes fallecían sin asistencia sanitaria, con los centros sanitarios colapsados por las políticas de desmantelamiento que llevaban en marcha años, cuando con todo el país confinado, el presidente del Gobierno compareció anunciando que vista la situación, “probablemente habría que blindar la sanidad en la Constitución”.

A tres años vista, las probabilidades eran inexistentes, y lo que sí se ha producido es un hundimiento aún mayor del sistema sanitario, y un maltrato aún mayor de los profesionales, aquellos a los que nos incitaban a aplaudir a las ocho de la tarde. Por tanto, no podemos esperar nada de las instituciones. La historia demuestra que las conquistas sociales no caen del cielo, solo la lucha en la calle ha logrado avances en ese sentido. Es una pena que la gran manifestación por la Sanidad de Madrid nos haya pillado ya sin la ILP, pero es un placer pensar que hemos ayudado a llegar hasta aquí. Porque estamos seguros que la lucha es el único camino.