Confieso que no he visto en toda mi vida ni una sola película de Batman, ni he leído un solo cómic de la saga. Vamos, que casi ni se quién es el Joker. Pero tengo que admitir que desde hoy soy fan de Arthur Fleck, y en especial de Joaquín Phoenix que está que está que se sale en su papel.

Estéticamente es brillante, bella, la música magnífica, incluyendo grandes éxitos de siempre que aquí cobran todo su sentido; la historia crítica y actual, y la interpretación del protagonista es brutal, de Oscar. A Phoenix no le sobra ni una risa, ni una mirada, y ¡¡¡que miradas!!!!, ni una mueca, ni un baile, ni un espasmo de su retorcido y deforme cuerpo delgaducho.

El film muestra una sociedad que no cuida a los más débiles, que vive del espectáculo, y se lucra con las desgracias ajenas, que pasa por todo de manera superficial y abusiva sin el menor compromiso moral, ético y profesional.

Sin justificar de manera alguna cualquier tipo de violencia, sí que creo que deberíamos despertar todos un poco, que ya toca, y producir de forma constructiva cambios muy necesarios en el mundo actual.

Qué lástima me da este joker, aunque no comparta sus métodos. Mirémonos en este espejo, deformado, pero espejo, al fin y al cabo.

Joker es un dramón en toda regla.

¡Muy, muy recomendable!. El cine en VOS siempre, si es posible, y en este caso más para no perderse los matices de Phoenix.