“Levantar un muro en la frontera norte de México es una pendejada (tontería). Intentar detener la migración ilegal es como tratar de parar el agua”, dijo el actor nacido en Estados Unidos y descendiente de mexicanos durante una rueda con la prensa en el marco del XXII Festival Internacional de Cine de Guadalajara que terminó el pasado 30 de marzo.

El director de la película “American Me!” (1985) indicó que eligió realizar su nuevo proyecto, que está basado en el libro de relatos y cuentos de Fuentes “La Frontera de Cristal” (2005), porque retrata la violencia y la inmigración en la frontera norte mexicana.

James Olmos, pariente lejano de los hermanos Flores Magón (periodistas y héroes de la Revolución Mexicana de 1910), dijo que el 80 por ciento de la población latina en Estados Unidos es mexicana y agregó que la película es una coproducción con la Universidad de Guadalajara, que auspicia el festival, y que la adaptación cinematográfica la hizo Fernando León Rodríguez bajo la supervisión del propio Fuentes.

La película más reciente de James Olmos fue “Walkout”, una película para televisión realizada en 2006 y que muestra la primera gran manifestación en las calles de Los Ángeles en contra de un proyecto de ley migratorio con profundo contenido racista.

La comisión de libertades de la eurocámara discutió la posibilidad de incluir en los delitos de racismo la negación del holocausto

Europa fue víctima durante la 2ª Guerra Mundial del horror del holocausto. Alrededor de seis millones de judíos fueron exterminados. Desde entonces, los países europeos han desarrollado legislaciones que penalizan las conductas racistas pero varían mucho entre unos y otros. En una audiencia organizada por la comisión de Libertades de la Eurocámara se discutió la posible armonización de penas para delitos de motivación racista, y si debería incluirse en ellos la negación del holocausto.

Más de nueve millones de personas fueron víctimas de algún tipo de agresión racista el pasado año 2004 en Europa, según una encuesta sobre criminalidad y seguridad europea. La ideología de los grupos de pensamiento neonazi no se limita a los judíos, sino que incluye a otras minorías como objetivos de su odio, fundamentalmente personas de ascendencia africana, árabe o asiática.

fotoEn una audiencia pública que tuvo lugar el pasado mes de marzo en la comisión de Libertades Civiles de la Eurocámara, la eurodiputada ponente de informe parlamentario sobre racismo y xenofobia, la socialista francesa Martine Roure, consideró “necesario” incluir la negación del holocausto como delito y recordó casos recientes como la publicación por parte del europarlamentario polaco Maciej Giertych de un panfleto antisemita con el logotipo del PE.

Todos los países que forman parte de la Unión Europea han desarrollado leyes que penalizan las conductas racistas o que inciten al odio racial. A escala europea, el primer paso significativo en este sentido lo representó la resolución adoptada por el Consejo y representantes de los Estados miembros por la que se declaró 1997 Año Europeo contra el Racismo. Poco después nacía el Centro Europeo para la monitorización del racismo y la xenofobia.

La Presidencia alemana de la UE, precisamente, ha mostrado su intención de situar nuevamente la lucha contra el racismo y la xenofobia entre las prioridades de la agenda política europea y retomar la propuesta marco. El objetivo de fondo sería alcanzar un mínimo de armonización de penas para delitos con motivaciones racistas, como la negación del holocausto, para el que propone un mínimo de tres años de prisión. El argumento favorable a incluir la negación del holocausto entre los delitos de motivación racista sería poner freno al extremismo; sin embargo, también podría suponer una limitación de la libertad de expresión.

Desde el pasado día 1 de marzo el centro europeo para la monitorización del racismo pasó a ser la Agencia Europea para los Derechos Humanos, desde donde se realiza un seguimiento del racismo y la xenofobia y otras formas de intolerancia. Sus informes revelan que los crímenes cometidos por motivos racistas o religiosos constituyen un problema en todos los Estados miembros, y denuncian la falta de datos oficiales al respecto.

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Ciclo ‘La infancia robada’ contra el trabajo infantil

La Casa de América de Madrid acogerá un ciclo mensual, vigente hasta el próximo mes de junio, que bajo el epígrafe ‘La infancia robada’, exhibirá en películas documentales y de ficción el problema del trabajo infantil.

fotoEl acto de presentación del ciclo tuvo lugar el pasado mes de marzo en la Casa de América y contó con la presencia del director de la oficina de la OIT en España, Juan Hunt Ortiz; la presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Angeles González-Sinde; la subdirectora general de Relaciones Sociales Internacionales del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, María Teresa Giráldez Núñez; y la jefe de Area de Organismos Internacionales de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), María Niguerol Alvarez.

Ortiz recordó que un total de 218 millones de niños trabajan en todo el mundo. Por sectores, un 69 por ciento se emplea en el campo, un 22 por ciento en el sector servicios y un 9 por ciento en el industrial. Ortiz apostó por ‘crear un movimiento mundial que hable sobre este problema y elimine clichés’. ‘El trabajo infantil genera pobreza perpetua y deshumaniza a los menores, que se convierten en simples activos económicos’, indicó.

Por su parte, la presidenta de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, Angeles González-Sinde, consideró ‘un honor’ que la OIT tenga en cuenta el colectivo de los cineastas para transmitir este mensaje. ‘La ventana de los medios es cada vez más estrecha’, lamentó. ‘La importancia de este ciclo radica en la educación ya que puede que el día de mañana logremos que nuestros jóvenes vayan al cine a ver algo más que películas de palomitas”, destacó.

Se inauguró el ciclo con el cortometraje ‘Metamorfosis’, documental que narra el Proyecto ‘Kinoiquitos’ en Perú. Posteriormente, se proyectará el documental ‘Horizonte Cero’, un Informe sobre los niños y jóvenes trabajadores del sector agrícola producido en Costa Rica.

Libertad de expresión

La libertad de expresión, que no está reñida con el respeto hacia otras creencias y otras culturas, ha ganado una nueva batalla. Un tribunal francés se pronunció el jueves a favor de Philippe Val, director del semanario satírico Charlie Hebdo que publicó unas caricaturas del profeta Mahoma, rechazando las acusaciones de grupos islámicos, que alegaban que la publicación incitaba al odio contra los musulmanes.

fotoA un mes de la primera vuelta de las elecciones francesas, el caso ha estado dominado por la política y se ha añadido al debate sobre la libertad de expresión y si las religiones pueden ser criticadas.

El tribunal dijo que las viñetas publicadas por Charlie Hebdo están amparadas por las leyes de libertad de expresión y no constituyen un ataque contra el Islam en general, sino contra los fundamentalistas.

“No se han superado los límites aceptables de la libertad de expresión y las imágenes en cuestión participan en un debate público de interés general”, dijo el tribunal aceptando la decisión del fiscal.

Las caricaturas fueron publicadas originalmente en 2005 por un diario danés, provocando violentas protestas en Asia, África, y Oriente Próximo dejaron 50 muertos. Varias publicaciones europeas decidieron reproducirlas como una afirmación de la libertad de expresión.

Tanto el ministro de Interior y candidato conservador, Nicolas Sarkozy, como su rival centrista François Bayrou y el líder socialista François Hollande han defendido al semanario y la libertad de expresión.