Una epidemia de suicidios sin igual en Latinoamérica afecta al pueblo indígena de los guaraníes en Brasil. Más de 625 guaraníes se han quitado la vida desde 1981. La más joven tenía tan solo 9 años. Los guaraníes han visto cómo los agricultores y ganaderos les robaban prácticamente todo su territorio en las últimas décadas.
Según la Organización Mundial de la Salud, “los pueblos indígenas a menudo tienen tasas de suicidio elevadas en comparación con el resto de la población en sus países. Dependiendo del lugar y del grupo de edad, la tasa de suicidio puede ser superior a 100/100.000 por año, y dos, tres o más veces más alta que la del resto de la población”.
Esto se da con especial virulencia entre los guaraníes. Un estudio iniciado por el Ministerio de Sanidad de Brasil averiguó que las tasas de suicidio en este pueblo eran 19 veces más altas que la media nacional. También descubrieron una incidencia desproporcionada entre los guaraníes jóvenes y adolescentes.
El director de Survival International, Stephen Corry, ha declarado hoy: “¿Qué señal más clara puede haber de la desesperación de este pueblo que el suicidio de sus niños? Es un hecho vergonzoso que pone en entredicho el ‘milagro’ económico de Brasil: el robo de la tierra de los guaraníes destruye sus vidas. Su salud mental queda intacta si se garantiza su derecho legal a su tierra”.
Para más información sobre los efectos que la pérdida de sus tierras y el “desarrollo” impuesto pueden tener sobre los pueblos indígenas, visita la web de Survival “El progreso puede matar”.
An epidemic of suicide unique in South America has beset one tribe in Brazil – the Guarani. More than 625 Guarani have taken their lives since 1981, the youngest just 9 years old. The tribe has seen virtually all its land stolen in recent decades by farmers and cattle ranchers.
According to the World Health Organization, ‘indigenous peoples often have elevated suicide rates compared with the general population in their countries. Depending on the place and age group, the suicide rate can be over 100/100,000 per year, and two, three or more times higher than the general population.’
This is particularly prevalent amongst the Guarani. A study initiated by Brazil’s Ministry of Health found the suicide rates amongst the tribe to be 19 times higher than the national average. It also noted a disproportionate effect on young and adolescent Guarani.
Survival’s Director Stephen Corry said today, ‘What could be a clearer sign of these people’s desperation than their children killing themselves? It’s a shameful indictment of Brazil’s economic ‘miracle’ – stealing Guarani land destroys their livelihoods. Their mental health remains intact when they are granted the legal right to their land.’
For further information on the effects loss of land and imposed ‘development’ can have on tribal peoples, see Survival’s ‘Progress can kill’ site.
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