La joven de 25 años de Gales, Rebecca Gallagher, compró el vestido en la tienda de Primark en Swansea por 12 euros y encontró cosido en la etiqueta el mensaje de SOS. “No quiero ni pensar que mi top del verano puede estar hecho por una persona agotada trabajando duro durante horas en alguna fábrica de explotación en el extranjero”, explicó al South Wales Evening Post. “Me hace pensar que ha sido una llamada de auxilio, para que los británicos sepamos qué está pasando allí”. Tras el descubrimiento, Gallagher llamó a la compañía, que, por su parte, ha aclarado a través de su portavoz, que se trata de un hecho aislado. “Estaríamos muy agradecidos de que esta clienta nos enviase el vestido, así podríamos investigar cómo esa etiqueta acabó allí y si hay más problemas que debemos estudiar”, ha declarado, informa el Telegraph.

Primark, que también formaba parte de las empresas implicadas en el accidente de la fábrica de Bangladesh, no ha tardado en hacer una declaración recordando que forman parte de la iniciativa de comercio justo Ethical Trade Initiative. También han explicado que consideran extraño lo ocurrido “teniendo en cuenta que el vestido se vendió hace más de un año y no se han dado más incidentes de este tipo con este modelo”, informa El País.

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