Quedé aquí varado, entre mi miseria y tu olvido

Atado a la calle cruda, por gamberro, por perdido

Teniendo por sana costumbre diablos cantando al oído

Moscas zumban mis hazañas, príncipe del desatino

Quedé aquí varado, al margen de todos los libros

Quemando basura y páginas, para rehuir de ese frío

Haciendo pulmones de humo, inflándome convencido

Que hay otro mundo en el mundo, y ese sí será el mío

Quedé aquí varado esperando, que por giro del destino

Un deshielo te haga ver que pringado no he nacido

Aquí espera juntando escarchas el corazoncito mío

Y se hacen metros de nieve la indiferencia y tu frío.