Cuando decido abrirlos al fin, el verdor de los árboles y el azul del cielo que contemplo me hacen sentir feliz y pienso que será un día maravilloso. ¡Lo es!… hasta que mi esposo enciende el televisor y comienza el bombardeo de la primera edición de noticias. Me entero que, apenas a unos cientos de metros de mi casa se suscitó una balacera la noche anterior, donde una inocente pequeña fue el daño colateral de unos sicarios que iban tras alguien; Sigo escuchando y, minutos después, anuncian que en San José, a la hora en que estaban entrando los alumnos, otro niño fue herido de bala durante una emboscada a un hombre que llevaba a su hija al colegio. Escucho y sigue la violencia en Venezuela; México y Europa están también convulsionados por esta loca espiral de locura que cubre el planeta… ensayos nucleares de Corea del Norte… Mi ánimo se nubla un tanto.

¿Será que todo está perdido? … ¿Todas son malas noticias? …

¡Pero no es así! el cielo sigue siendo azul y las aves siguen cantando. La gente sigue esforzándose por trabajar con honestidad por amor a los suyos. Hay quienes arriesgan sus vidas por salvar a otros o las consagran al servicio abnegado … ¡No todo está perdido! De hecho creo que lo bueno sobrepuja a lo malo. El amor sigue siendo el sueño de todos.

En el mundo coexisten la bondad y la maldad, la felicidad y la tristeza, la salud y la enfermedad … Al fin y al cabo éste es un mundo de probación. Es mía la decisión de ser buena, de empeñarme en causas justas, de apreciar lo bueno en cada día y en cada cual, de transmitir principios correctos. de ser agradecida …

Puede que mi decisión no cambie el mundo entero, pero ciertamente cambiará mi círculo de influencia. ¡Sigo sonriendo! ¡ Yo decido!

“¡Podemos sentir gozo aún cuando tengamos un día malo, una semana mala o hasta un año malo! El gozo que sentimos tiene poco que ver con las circunstancias de nuestra vida, y mucho que ver con el enfoque de nuestra vida”
Rusell M Nelson