Cuando era una adolescente, me preguntaba cómo había sido posible que hubiésemos permitido el genocidio realizado por el régimen de la Alemania nazi contra los judíos de Europa durante el transcurso de la Segunda Guerra Mundial​. ¿Por qué no se detuvo tal barbarie?  ¿Por qué se permitió el asesinato de seis millones de personas? .

Hoy, ochenta años después, la historia se repite con otros nombres y en otros lugares y puedo llegar a comprender la impotencia que sintieron en aquel entonces muchas personas al no poder detenerlo.  La misma impotencia que hoy siento yo. Impotencia de no tener una varita mágica y cambiar a muchos de los hombres y mujeres con poder que no aceptan que son iguales al resto de los humanos, prepotencia y soberbia habitan en perfecta comunión en sus mentes perturbadas bloqueando las salidas a la Paz y al Entendimiento.  No podemos salvar al mundo, pero si podemos extender nuestra mano al qué sin pedirlo lo implora con su mirada.

Somos afortunados los que podemos escribir abriendo nuestros corazones al mundo porque todos somos iguales y da lo mismo la raza, etnia o religión. Somos afortunados los que tenemos un techo y una palabra de cariño junto a una comida caliente.

Estamos viviendo un mes de Luz, hagamos que esa LUZ llegue también a nuestros corazones y su calor se desprenda a las personas que nos rodean; la reacción será en cadena, como una onda expansiva que alcanzará todos los rincones de la tierra.

Dediquemos hoy y mañana y pasado mañana y al otro, un pensamiento sincero, una buena acción para dar esperanza al mundo.

Feliz Navidad 2023 y armoniosas fiestas para todos. Que el AMOR inunde nuestros corazones.