NO, NO DERRAMES por mí

una lágrima

cuando mi cuerpo

perezca

 

no, no derrames por mí

una lágrima

cuando mi pulso

fallezca

 

no, no derrames

tu tristeza

sobre este despoblado

de vértigos y ausencias

 

muy alto batiré mis alas

y en el vuelo

del céfiro

percibirás mi aliento que,

como trémula mano,

esculpirá en tu cielo

 

no, no derrames por mí

una lágrima

 

no habrá un adiós muerto

sí un despertar de encuentros

con versos y sin lamentos