Este miércoles los detractores a la minera Barrick Gold realizaron una protesta y un cierre simbólico de la empresa en las afueras de sus oficinas en Chile, ubicadas en avenida Ricardo Lyon 222, comuna de Providencia.
La acción se enmarca en una campaña internacional contra la utilización del cianuro en la extracción del oro en las 25 plantas de la transnacional en los cinco continentes, y se llevo a cabo a la misma hora que en Toronto Canadá, en la que el presidente de la compañia, Peter Munk, leyó a la junta accionaria su discurso donde informó del avance de los proyectos mineros como por ejemplo, Pascualama.
Este proyecto sólo en Chile utilizará 13 millones de kilos de cianuro al año, lo que genera una situación de alto riesgo considerando la peligrosidad de este tóxico que en pocas cantidades puede terminar con la vida humana y que produce enfermedades congénitas ante exposiciones prolongadas a la que estarán sometidos los trabajadores en la región de Atacama, donde se teme que también los residuos puedan contaminar el agua produciendo un gran daño al medio ambiente.
Esa contaminación ya ha comenzado y quedó en evidencia a través de la multa que curso el Estado chileno a la empresa por el incumplimiento en su promesa de protección a los glaciares, ya que, ha dañado entre un 50 y 70 por ciento de los glaciares Toro 1, Toro 2 y Esperanza.
Ante esta situación la compañia inició una fuerte campaña comunicacional donde se definen como una empresa minera responsable, iniciativa que organizaciones ambientales han catalogado como mentirosa y desinformadora a la opinión pública.
Cabe señalar que en los últimos meses se han registrado una serie de manifestaciones en la zona a propósito de las faenes de Pascualama.
Para más información sobre este tema puede leer el artículo “Barrick gasta millones sin lograr cambiar opinión de la gente” de Javier Karmy donde entrega más detalles sobre lo que está ocurriendo en Atacama.
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