Dónde está aquella patria,

en qué lugar del mundo está mi tierra

y dónde la felicidad que tanto añoro.

Hablo de aquella casa

que no necesitaba ladrillos ni paredes

como tampoco un techo,

ni un suelo de cerámica

para acoger las risas.

El olvido se cierne en mi conciencia

y no me deja ver entre la bruma.

Ya no puedo volver, aunque lo intente,

al niño que yo fui trepando un sueño.

También se me ha olvidado

dónde está aquella gruta

que mana leche y miel, también ternura.

Hablo del vientre tibio de mi madre,

hablo de aquel susurro que era vida

y hablo de una canción que no recuerdo,

pero sé que su música

me quitaba la pena y me sanaba.

Otro Ulises me siento, estoy perdido,

en medio de este mar que es el silencio.

¿Qué dios sin corazón me roba la memoria?

Sin patria voy, sin alma, sin afectos.

 

Ramón Luque Sánchez es miembro de la Academia Norteamericana de Literatura Moderna Internacional, Capítulo Reino de España.