Abrimos el grifo y por ahí fluye. Lo damos por hecho. El agua. Ahí está, sin más. Ni qué decir de este maravilloso invento que se extiende comúnmente en el primer mundo que es el agua caliente/tibia para ducharse. ¡Imagínate un invierno sin agua calentita! Añoramos lo que no tenemos (o lo que nos quitan)… pero ¿y si nunca lo hubiéramos tenido o conocido?

Ayer después de nuestro recorrido desde ONGAWA hasta el Retiro para buscar agua, los 8 litros me pesaban bastante. De hecho intenté gastar (un poco de broma y un poco en serio) bastante para que me pesara menos en el camino de vuelta a casa. Luego caí en la cuenta de que quizás había cometido un error. Y esta mañana cuando sólo me quedaban 3 litros para lavarme, beber, fregar, etc., me entró un poco de pánico. ¡Menos mal que esto para mí es sólo un día!

Pero, ¿qué pasa con aquellas personas cuyo día a día consiste en esto mismo?

Una iniciativa muy interesante para generar y despertar conciencias. No obstante, debo decir que a esta simulación le falta una pata: la calidad del agua debería ser igual aquí que en otros sitios para realmente saber lo que se siente. Ahí está.

Denuncia. Rabia. Lo primero que pensé cuando @jcponline y @alberto_guijarr me dijeron de escribir sobre mi experiencia fue eso. Protestar. Después de darle mil vueltas en la cabeza, y pensando en las palabras de John Lennon concluí: la vida es lo que pasa mientras hacemos otras cosas.

El cambio social es lo que pasa mientras yo reflexiono.

Así que cambio de perspectiva y pienso, gracias a que hay muchísimas personas (que forman o no parte de las organizaciones de desarrollo) se está consiguiendo que más personas tengan acceso a este bien tan precioso y a este derecho humano. Bien sea a través de proyectos, bien sea a través de iniciativas de cambio social (civic driven change).

Producir el cambio que queremos ver. Pero no cejar en nuestro empeño de que todas las personas que habitan este planeta tengan acceso a este derecho. Ahora sí: exigiendo, denunciando, reclamando.

Verónica Castañeda, responsable de la campaña Pobreza Cero. Artículo publicado en 50 litros 2013

 

pobrezacero.org