Revisión teórica sobre el Sumak Kawsay o Buen Vivir
De entrada una cuestión de definiciones. ¿Qué sentido podría tener una definición formal del buen vivir/sumak kawsay?
De entrada una cuestión de definiciones. ¿Qué sentido podría tener una definición formal del buen vivir/sumak kawsay?
El sumak kawsay / buen vivir del Ecuador, recogido desde la existencia indígena de pueblos relativamente pequeños de la región del Pastaza -en el oriente amazónico de este país-, adquirió, en las primeras dos décadas del siglo XXI, una rápida relevancia nacional y latinoamericana. En este período, el sumak kawsay / buen vivir ha llegado a constituir un elemento central en la agenda política ecuatoriana y los gobiernos de Rafael Correa (2007-2017).
Al habla de “buen vivir” se le enfrenta un cuestionamiento fundamental, de fundamentos: ¿què quiere decir “buen vi-vir”?, ¿es un concepto definido?, ¿es parte de una otra epis-temología, el anuncio de otro paradigma? ¿Nos habla desde un saber heterodoxo al conocimiento hegemónico de las ciencias en Occidente?, ¿què dice, en tanto se lo toma como proyecto de sociedad? ¿Què sentido tiene en èl la utopìa? Preguntas fundamentales –aunque también la solicitud de un sentido común que quiere saber màs.
El buen vivir como discurso social contemporáneo.
En el año 2007 Ecuador eligió una asamblea constituyente que trabajò en la idea del “sumak kawsay”/buen vivir. El año 2009 el gobierno de ese entonces propuso una política estatal con el nombre del Plan Nacional para el buen vivir.
Ya desde los inicios de este siglo XXI, en diversos foros de Latinoamérica, se ha escuchado hablar acerca de la expresión “buen vivir”. Ella cobró una especial notoriedad por las recientes formulaciones constitucionales del término. ¿Por qué nos interesa?
Escuchamos ya frecuentemente hablar del buen vivir latinoamericano en singular. Pero de èl no existe una interpretación unívoca.