Movimientos migratorios a nivel mundial
Como todo el mundo sabe los movimientos migratorios son los desplazamientos que realizan las personas de unos lugares a otros durante un tiempo determinado que puede llegar a ser de por vida.
Como todo el mundo sabe los movimientos migratorios son los desplazamientos que realizan las personas de unos lugares a otros durante un tiempo determinado que puede llegar a ser de por vida.
Desde hace tiempo vengo insistiendo en la imperiosa necesidad ética de ocuparse de temas que, por su especial relieve humano a escala global, no deben ser progresivamente abducidos por la rutina y la vorágine informativa, hasta ser totalmente marginados y pasto de la indiferencia colectiva.
Un mensaje en redes sociales donde, con letras rojas y negras, se puede leer: “Caravana Migrante el 15 de enero. Buscamos refugio. En Honduras nos matan”.
La retahíla xenófoba –plagada de mentiras y medias verdades– contra las personas inmigrantes es larga, abrumadora, agotadora: “Hay demasiados inmigrantes, nos quitan el trabajo, acaparan las ayudas sociales, saturan las urgencias, bajan el nivel educativo, aumentan la violencia machista, prefieren vivir en guetos, se casan con españoles/as solo para obtener los papeles, sus comercios no pagan impuestos ni respetan los horarios…”.
Las autoridades migratorias mexicanas obligan de manera habitual a regresar a sus países a miles de personas de Honduras, El Salvador y Guatemala sin tener en cuenta los riesgos para su vida y su seguridad cuando regresan y, en muchos casos, violando al hacerlo el derecho internacional e interno. Así lo manifiesta Amnistía Internacional en un nuevo informe.
Cuando pensamos en el fenómeno de la inmigración, a menudo nos dejamos llevar por la polarización del debate entre lo que es bueno y lo que es malo, algo muy propio de nuestra sectaria sociedad.
Las reiteradas depresiones económicas de América Central no solo agravan una violencia de tipo crónica y aumentan la incapacidad de los gobiernos de mejorar las condiciones de sus ciudadanos sino que, año tras año, obligan a cientos de miles de personas a huir de sus comunidades para asegurarse su supervivencia.
Vivir en una gran ciudad es maravilloso. Exceptuando la contaminación atmosférica, claro. Vivir en una gran ciudad es genial, si quitamos el tráfico. Y el estrés. Bueno, y los precios de las casas. Pero sí, las grandes ciudades son el mejor lugar en el que asentarse y vivir. O quizá no.
Yo volví a nacer un mes de septiembre, tenía 25 años. Volví a nacer el día que cogí un avión que me llevó lejos de todo lo que había conocido hasta el momento, me llevó lejos de todo lo que había amado, lejos de mis raíces, de mi país, de mi gente, de mi barrio, de mi cultura, de mis creencias.
La historia me la contó mi Abuela, ella fue la única de su familia que viajó a América mientras quedaron en España su Padre y sus Hermanos, todos trabajadores del campo.