La organización proteccionista aseguró que la tripulación del barco nipón les lanzó ganchos mientras ellos se acercaban al navío con dos barcas neumáticas.

Dos activistas fueron alcanzados por los ganchos y un tercero fue golpeado en el rostro por una vara de bambú durante el encuentro con el buque arponero japonés, añadió.

“Queríamos frenar al Yushin Maru 2, arponero de la flota japonesa, que seguía de manera peligrosa a uno de nuestros navíos”, manifestó Paul Watson, capitán del Steve Irwin de la flota ecologista.

La web de la organización Sea Shepherd ha publicado varias fotografías donde muestra el ataque del ballenero japonés.

En 2011, el país asiático suspendió dos meses antes de lo previsto la pesca de cetáceos en el Océano Antártico debido al acoso de Sea Shepherd, que en los últimos años ha realizado abordajes, lanzamiento de ácidos corrosivos o encadenamientos de sus activistas a los balleneros japoneses.

Por ello, este año Japón anunció que buques de la Agencia de Pesca protegerían a sus balleneros.
Por su parte, la organización indicó que este año emprenderá en las aguas de la Antártida una de las más intensas campañas de acoso a los balleneros japoneses con el fin de arruinar la temporada de caza de cetáceos y lograr su suspensión.

Japón decidió abandonar la caza de ballenas en 1986 por una moratoria internacional, aunque la retomó en 1987 tras alegar motivos científicos y comenzó a efectuar expediciones a la Antártida en nombre del Instituto de Investigación de Cetáceos.

 

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