Yo grito y grito por la voz de miles de silenciadas, despojadas de ilusiones.

Yo grito y grito por la falta de colores en sus miradas secuestradas.

Y grito con la fuerza y furia de la impotencia hasta desgarrarme el alma

y ellas, ellas sumisas, despojadas de su orgullo,

dirigen hacia mí sus tristes e inertes miradas.

 

Murieron en las entrañas acompañadas del miedo

y fueron perfumadas con el olor del vacío.

 

¡ Mujeres!

Levantad vuestro grito,

Rescatad el perfume de las flores de vuestros vientres perdidos

y vestiros con la frescura de las mañanas de primavera.

 

Gritad y gritad conmigo,

Levantemos nuestras manos y quitemos nuestros velos de telarañas confeccionadas.

 

Yo soy mujer, soy libre

y tú, enemigo de mi alma, que intentas arrebatarme la vida,

secuestrar mi sonrisa y doblegar mis entrañas.

Tú, tú, no eres nada.