No podemos tolerar ni un día más la vergüenza colectiva que representa que cada día mueran de hambre y desamparo más de 60.000 personas, al tiempo que se invierten 4.000 millones de dólares en armas.

No podemos tolerar que no hubiera fondos para los Objetivos del Milenio y que, súbitamente, se “rescataran” con cientos de miles de millones a las mismas instituciones financieras que, con su codicia e irresponsabilidad, habían conducido al mundo a una gravísima y múltiple crisis (económica, democrática, política, medioambiental, ética).

Los “globalizadores” han sustituido la cooperación por la explotación, las ayudas por préstamos, la justicia social y demás valores por el mercado. Y las Naciones Unidas de todos los pueblos por grupos plutocráticos (G-7, G-8, G-20).

En el año 2008 se aseguró que se actuaría resueltamente contra los paraísos fiscales y la falta de regulación. No ha sido así: siguen desaforados gastos en armas, siguen los paraísos fiscales, sigue la insolidaridad de los más prósperos.

Y la economía de especulación y guerra sigue. Los países más poderosos, armados hasta los dientes, no disponen sin embargo de los recursos personales, técnicos y financieros para reducir el impacto de las catástrofes naturales o provocadas. Tienen ojivas nucleares pero no saben cómo hacer frente a las consecuencias de un terremoto, incendio o inundación.

Y sigue consolidándose la deslocalización productiva hacia el Este, sin tener en cuenta las condiciones laborales ni la observancia de los DDHH.

Y sigue la gobernación del mundo en manos de unos cuantos países, con las Naciones Unidas marginadas. Y con la Organización Mundial del Comercio fuera de su ámbito.

Y siguen sin modificarse las fuentes energéticas contaminantes. Y no se hace frente al cambio climático.

Los “rescatadores”, empobrecidos, tienen ahora que ajustar sus presupuestos y reducir sus inversiones en bienestar social.

Los mismos que propiciaron las burbujas de las TIC e inmobiliaria, aparejadas a grandes flujos de inmigración irregular, critican ahora a quienes tienen que hacer frente a las consecuencias de desgobierno neoliberal a escala mundial y local.

Son los mismos que comentan con grandes titulares que ha decrecido el número de habitantes de la tierra que padecen hambre, como si ellos hubieran hecho algo para esta mejoría relativa, que se debe casi exclusivamente a los esfuerzos y conocimientos de los propios países, como en el caso de la India.

Son los mismos que tergiversan evaluaciones financieras e impiden el paso de una economía de mercado a una economía de desarrollo global sostenible.

Y a utilizar sin más demoras fuentes de financiación alternativas, como las tasas sobre las transacciones financieras.

Por primera vez en la historia conocemos la verdad profundamente. Por primera vez en la historia podemos hacer llegar, con una progresiva representación femenina, nuestra voz alta y firme a través de los medios de comunicación, de Internet, de los SMS.

Miles de millones de seres humanos hermanos nuestros nos llevan a no olvidar, a actuar todos los días a partir de ahora.

Esta Alianza contra la Pobreza, en favor de la dignidad humana, cuenta ya con muchas asociaciones y ONGs pero debe ampliarse ahora de forma exponencial. ¡Pasemos en muy poco tiempo de súbditos a ciudadanos plenos!. ¡Hagamos que esta Alianza se extienda rápidamente en todo el ciberespacio, de tal modo que no sólo tengan que oírnos, sino que escucharnos!.

Ahora es posible un nuevo comienzo. Es posible que “los pueblos”, en pie de paz, dirijan su destino, que en esto consiste la democracia genuina.


federicomayor.blogspot.com