Llegará la primavera, y en su fulgor de vida pintada de todos colores, nos fundirá el pensamiento amoroso de cuanto tuvimos y hoy no tenemos.
No quiero cantar al pasado, aunque fuese mi vida la esencia del vigor que hoy, es solo un recuerdo, porque el tiempo en su silente discurrir, nos enseña, que todo empieza y todo acaba, y este no se inmuta, y grita a voces cada amanecida, en sus olores, colores de las flores y el azul del horizonte, la luz cegadora de la vida, la rumorosa acecolilla transparente y nítida, desde el espacio que hoy casi desprecias, porque la tendencia a estar anquilosado en cuanto perdiste, te hace distante y ceñudo, no sigues el piar placentero de amanecida de la bienvenida de cientos de pajarillos que bendicen el nuevo día, incluso los observas beber en el mar de la fuente con sus elegantes y diminutos saltos.
Es vivir, es primavera, alza los ojos al cielo y goza, inmerso en la grandeza de este mundo, sin que el sentir a tope te asuste, comparte risas y llantos con los amigos, que tanto bien hacen contigo, recita, canta, emociónate con los antiguos maestros del cante, o las sinfonías de Brukner, sin olvidar los que nos faltan, encomiéndalos con un padre nuestro, pero tú, ¡por Dios te lo pido!, AMA LA VIDA.
Autor Antonio Muñoz Molina
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